#1
22-06-2020, 12:15 PM
Ayer fue uno de mis peores días con el acuario.
Para poneros en antecedentes, mi acuario es un comunitario de 300 litros dedicado a cíclidos americanos.
Mi hija, jugando en casa, golpeó con un vacía bolsillos de cerámica el lateral del acuario. Aparentemente no hubo daños. Pero... ¡Ay, amigos! En cuestión de cinco minutos, el mueble donde se encuentra estaba lleno de agua. Os prometo que no hay (o no veo) fisura alguna. De hecho, me centré en mirar los gambarios que están justo al lado por si la rotura fuera de ahí.
Imaginaros el percal que se montó en casa. Recogiendo el agua con trapos, toallas, etc y yo mientras tanto vaciándolo por un sumidero que tengo puesto al lado para las tareas de mantenimiento.
Intenté coger los peces, pero era tarea imposible. Así que decidí sacar las plantas, raices y coco-cuevas para poder tener un mayor margen de maniobra con los salobres.
Los peces los puse en dos cubos mientras secábamos alrededor del acuario. Además, como los escalares están grandecitos y me daba miedo que saltasen del cubo, tuve la feliz idea de tapar los cubos con unos barreños.
Una vez controlada la fuga de agua, volví a los cubos y los peces. Quito los barreños y... bueno, indescriptible la imagen. Todos los neones negros muertos, dos escalares boqueando, el falso disco nadando de lado. Me dieron ganas de llorar. Imagino que el barreño tapó completamente la boca del cubo y no permitió la oxigenación.
Quité los peces muertos y enchufé los filtros. Uno a cada cubo. Primero por los peces y segundo para que no se me vayan al traste las bacterias.
Me bloqueé con la situación. He de reconocerlo. Se movió más rápido mi mujer para solucionar el percal lo más rápido posible. Imagino que salvar el mueble y la tarima era su mayor preocupación antes que mirar al inepto que estaba corriendo como pollo sin cabeza de un lado a otro pensando en cómo solucionarlo.
Y aquí estoy. Teniendo que teletrabajar pero sin pizca de ganas mientras miro de reojo al acuario totalmente vacío. El silencio en el salón por la ausencia de los filtros se me hace
raro
Por cierto; Llamé al seguro de hogar para abrir parte y me encuentro esperando la llamada del perito para venir a casa a ver la urna y los daños del mueble. Mucho me temo que al no estar roto el acuario, se va a lavar las manos. Me cubriría solamente el repintado del mueble (es de obra hecho a propósito para tener acuario).
Dicen que las penas compartidas, se hacen más llevaderas, pero yo por ahora no tengo ganas de nada...
Para poneros en antecedentes, mi acuario es un comunitario de 300 litros dedicado a cíclidos americanos.
Mi hija, jugando en casa, golpeó con un vacía bolsillos de cerámica el lateral del acuario. Aparentemente no hubo daños. Pero... ¡Ay, amigos! En cuestión de cinco minutos, el mueble donde se encuentra estaba lleno de agua. Os prometo que no hay (o no veo) fisura alguna. De hecho, me centré en mirar los gambarios que están justo al lado por si la rotura fuera de ahí.
Imaginaros el percal que se montó en casa. Recogiendo el agua con trapos, toallas, etc y yo mientras tanto vaciándolo por un sumidero que tengo puesto al lado para las tareas de mantenimiento.
Intenté coger los peces, pero era tarea imposible. Así que decidí sacar las plantas, raices y coco-cuevas para poder tener un mayor margen de maniobra con los salobres.
Los peces los puse en dos cubos mientras secábamos alrededor del acuario. Además, como los escalares están grandecitos y me daba miedo que saltasen del cubo, tuve la feliz idea de tapar los cubos con unos barreños.
Una vez controlada la fuga de agua, volví a los cubos y los peces. Quito los barreños y... bueno, indescriptible la imagen. Todos los neones negros muertos, dos escalares boqueando, el falso disco nadando de lado. Me dieron ganas de llorar. Imagino que el barreño tapó completamente la boca del cubo y no permitió la oxigenación.
Quité los peces muertos y enchufé los filtros. Uno a cada cubo. Primero por los peces y segundo para que no se me vayan al traste las bacterias.
Me bloqueé con la situación. He de reconocerlo. Se movió más rápido mi mujer para solucionar el percal lo más rápido posible. Imagino que salvar el mueble y la tarima era su mayor preocupación antes que mirar al inepto que estaba corriendo como pollo sin cabeza de un lado a otro pensando en cómo solucionarlo.
Y aquí estoy. Teniendo que teletrabajar pero sin pizca de ganas mientras miro de reojo al acuario totalmente vacío. El silencio en el salón por la ausencia de los filtros se me hace
raro
Por cierto; Llamé al seguro de hogar para abrir parte y me encuentro esperando la llamada del perito para venir a casa a ver la urna y los daños del mueble. Mucho me temo que al no estar roto el acuario, se va a lavar las manos. Me cubriría solamente el repintado del mueble (es de obra hecho a propósito para tener acuario).
Dicen que las penas compartidas, se hacen más llevaderas, pero yo por ahora no tengo ganas de nada...