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05-11-2018, 02:49 PM
Hola a tod@s!!!
Mi afición a la acuariofilia viene de lejos, aunque siempre a un nivel básico.
Durante 7 años tuve un acuario de 60 litros con filtro interno, el cual lo trasladé en diferentes ocasiones por traslados y mudanzas. Lo recuerdo con cariño, ya que este acuario sirvió de germen de una afición maravillosa.
Pasé por todas las fases posibles, cometí todos los errores necesarios, y en consecuencia sufrí todo tipo de percances.
No obstante fue un periodo de aprendizaje muy interesante.
Por circustancias de la vida, tuve que desmontar mi último acuario hace 4 años, y regalar todos mis peces y plantas. Y hasta hace 2 meses, mi único contacto con la acuariofilia era mediante la visión de mi antiguo acuario de 60 litros en la bodega de la casa del pueblo, almacenado como si fuera un trasto más. Un acuario que en tiempos fue un refugio emocional, así como un reto continuo y un proyecto casi vital.
Hace algunos meses me mudé a la que va a ser mi casa definitiva.
Desde que la adquirimos, encontramos un lugar perfecto para retomar esta ilusionante afición, un hueco en un muro de carga entre la cocina y el salón. Surgió la idea de hacer un acuario a dos caras, que sirviera de separador entre ambas estancia.
Tras las obras de rehabilitación preparé este hueco para un acuario que había conseguido de segunda mano de las medidas exactas, y por fin, hace dos meses me enfrasqué de nuevo en esta aventura.
Tras 2 meses de ciclado, mi acuario de 120 litros ha sufrido una pequeña explosión de diatomeas, seguramente por fosfatos y silicatos del sustrato nutritivo y de la arena de sílice, erradicada a la semana por otra pequeña explosión de filamentosa verde, que resolví con sifonado y cambios de agua estrictos, en este momento se podría decir que ya tengo el acuario preparado para sus primeros habitantes.
Ayer introduje una serie de caracoles, 3 gambas japónicas y 3 otocinclus, con el objetivo de que empiecen a acostumbrar al filtro a una carga mayor de amonio, así como que actúen de equipo de limpieza de los restos de filamentosa que todavía me queda.
No soy un miembro muy activo, ya que dispongo de poco tiempo, pero desde luego haré lo posible por aportar siempre y cuando pueda hacerlo.
Siento la parrafada, pero necesitaba organizar en palabras la emoción de retomar esta afición.
Muchas gracias a tod@s.
Un saludo
Mi afición a la acuariofilia viene de lejos, aunque siempre a un nivel básico.
Durante 7 años tuve un acuario de 60 litros con filtro interno, el cual lo trasladé en diferentes ocasiones por traslados y mudanzas. Lo recuerdo con cariño, ya que este acuario sirvió de germen de una afición maravillosa.
Pasé por todas las fases posibles, cometí todos los errores necesarios, y en consecuencia sufrí todo tipo de percances.
No obstante fue un periodo de aprendizaje muy interesante.
Por circustancias de la vida, tuve que desmontar mi último acuario hace 4 años, y regalar todos mis peces y plantas. Y hasta hace 2 meses, mi único contacto con la acuariofilia era mediante la visión de mi antiguo acuario de 60 litros en la bodega de la casa del pueblo, almacenado como si fuera un trasto más. Un acuario que en tiempos fue un refugio emocional, así como un reto continuo y un proyecto casi vital.
Hace algunos meses me mudé a la que va a ser mi casa definitiva.
Desde que la adquirimos, encontramos un lugar perfecto para retomar esta ilusionante afición, un hueco en un muro de carga entre la cocina y el salón. Surgió la idea de hacer un acuario a dos caras, que sirviera de separador entre ambas estancia.
Tras las obras de rehabilitación preparé este hueco para un acuario que había conseguido de segunda mano de las medidas exactas, y por fin, hace dos meses me enfrasqué de nuevo en esta aventura.
Tras 2 meses de ciclado, mi acuario de 120 litros ha sufrido una pequeña explosión de diatomeas, seguramente por fosfatos y silicatos del sustrato nutritivo y de la arena de sílice, erradicada a la semana por otra pequeña explosión de filamentosa verde, que resolví con sifonado y cambios de agua estrictos, en este momento se podría decir que ya tengo el acuario preparado para sus primeros habitantes.
Ayer introduje una serie de caracoles, 3 gambas japónicas y 3 otocinclus, con el objetivo de que empiecen a acostumbrar al filtro a una carga mayor de amonio, así como que actúen de equipo de limpieza de los restos de filamentosa que todavía me queda.
No soy un miembro muy activo, ya que dispongo de poco tiempo, pero desde luego haré lo posible por aportar siempre y cuando pueda hacerlo.
Siento la parrafada, pero necesitaba organizar en palabras la emoción de retomar esta afición.
Muchas gracias a tod@s.
Un saludo