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26-04-2024, 03:14 PM
Autor de la ficha: Mirdav
Edición del texto: Josu Ariztegi
Fotos: Internet
Vídeos: Youtube
Última actualización: 14/05/2024
Nombre científico: Hyphessobrycon wadai (Marinho, Dagosta, Camelier & Oyakawa, 2016)
Nombre común: tetra arándano, tetra blueberry
Autor: Hoffmann
Fuente: Fishbase
Clasificación:
Orden: Characiformes
Familia: Characidae
Género: Hyphessobrycon
Especie: H. wadai
El nombre Hyphessobrycon proviene de la unión de los vocablos griegos hyphesson, que significa un poco más pequeño y bryko, que significa morder. Por su parte, el nombre wadai se le otorgó en homenaje a Luiz Wada, criador de peces ornamentales y acuarista entusiasta, en reconocimiento a su ayuda en numerosas investigaciones ictiológicas.
Debido al desconocimiento de su distribución geográfica hasta el momento, su descripción formal se pospuso varios años para evitar nombrar especies con datos de procedencia incompletos. Afortunadamente, durante el transcurso de una expedición a las cabeceras de la cuenca del río Juruena, se recolectaron ejemplares de esta nueva especie. Se encontró material adicional (recolectado en la misma cuenca por Kullander, en 1989) depositado en el Museo de Zoología de la Universidad de São Paulo. Esta nueva información geográfica sobre la distribución de la nueva especie permitió describirla formalmente en 2016.
Hyphessobrycon es un género compuesto de pequeños carácidos que incluye más de cien especies distribuidas desde el sur de México hasta el río de La Plata, en Argentina. El género fue propuesto por Durbin y Eigenmann (1908) como un subgénero del género Hemigrammus, diferenciándose de este último por la ausencia de escamas en la aleta caudal. Hyphessobrycon fue revisado extensamente por Eigenmann (1918, 1921) y sus datos aún constituyen la única revisión completa del género.
Actualmente, este género vuelve a estar en revisión (no exenta de polémica) con dos vertientes: una defiende que se trata de un género monofilético, y la otra que se trata de un grupo polifilético que contiene varios géneros. Actualmente ya está reconocida la segunda vertiente, y el proceso de dividir el género Hyphessobrycon ya ha comenzado.
Distribución:
Endémico de Sudamérica.
Su zona de distribución es muy restringida ya que sólo se conoce un único lugar de procedencia hasta la fecha. Fue recolectado en drenaje del río Juruena, afluente del río do Sangue, en la cuenca superior del río Tapajós, en Campo Novo do Parecis, estado de Mato Grosso (Brasil).
Zona de distribución marcada: Mirdav
Habita en arroyos de agua clara que discurren sobre fondos de arena; en entornos caracterizados por corrientes de agua de moderadas a rápidas, con mucha vegetación ribereña compuesta principalmente por hierbas y arbustos.
Considerando la claridad del agua característica de su hábitat y la relativa proximidad de la zona donde se encuentra a asentamientos humanos y regiones con intensa degradación de bosques ribereños para pastos, H. wadai podría estar sufriendo el efecto de dichas actividades. Sin embargo, no es posible predecir las consecuencias a largo plazo de estas amenazas para la supervivencia de la especie. Dada la ausencia de estudios sobre la población y sobre las reducciones de su área de distribución, sería preferible clasificarla como "datos deficientes" siguiendo las categorías y criterios de la Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza (UICN) para incluirla en la lista roja de especies amenazadas. Dicha petición se formuló en 2014, pero aún no se ha obtenido respuesta.
Río Curuína, afluente del Río do Sangue, donde la especie fue recolectada
Fuente: ResearchGate
Forma:
Poseen la típica forma fusiforme de su género.
Su cuerpo es alargado y comprimido en los laterales. Los ojos son grandes en comparación con el tamaño de la cabeza, que presenta forma cónica. La boca está situada en posición terminal, con ambas mandíbulas del mismo tamaño y provistas de dientes, también típicos en su género.
H.wadai muestra dos filas de dientes pre-maxilares distintas. La fila exterior cuenta con 3-4 dientes tricúspides, mientras que la interior cuenta con 4-5 dientes con 5-8 cúspides. El maxilar exhibe 1-3 dientes, con 4-6 cúspides. Dentario con cinco o seis dientes más grandes que disminuyen de tamaño lateralmente, con 5-7 cúspides, seguidos de series de 8-10 diminutos dientes cónicos. La cúspide mediana central en todos los dientes es más larga que las cúspides laterales.
Vista del lado derecho de las mandíbulas superior e inferior
Fuente: ResearchGate
La aleta dorsal nace en una posición muy retrasada; es larga y estrecha y muestra 9 radios ramificados y 11 radios blandos. La aleta anal, más retrasada aún que la dorsal, se extiende a lo largo de la parte inferior del cuerpo hasta el pedúnculo caudal. Presenta entre 16 y 18 radios y tiene una forma curva en su margen anterior. Las aletas pélvicas son pequeñas y exhiben 6 radios. Las aletas pectorales son pequeñas y redondeadas. La aleta caudal muestra 10 radios; está bifurcada en dos lóbulos simétricos y tiene forma de horquilla. Posee una aleta adiposa entre las aletas dorsal y caudal, también propia de su género.
Ilustración: Manoela MF Marinho
Fuente: ResearchGate
Se puede distinguir de la mayoría de sus congéneres por la presencia de una única mancha humeral situada en la zona del hombro (detrás de las branquias, justo encima de las aletas pectorales); por la ausencia de mancha distintiva en el pedúnculo caudal y por la falta de una franja media lateral oscura bien definida en el cuerpo. El número de radios en las aletas dorsal, anal y pélvicas también es un rasgo distintivo de esta especie.
Coloración:
Su color base es rojo o anaranjado. El maxilar, mandíbula inferior y zona gular son de un rojo intenso. La zona inferior del cuerpo, de la línea lateral hacia abajo, es de un color que va desde el gris al morado, aunque dependiendo de la iluminación, puede mostrarse también azul. Tienen la mitad inferior del cuerpo profundamente pigmentada con cromatóforos oscuros, especialmente encima de la aleta anal, característica común en otras especies de su género. Los ojos son de color rojo en la parte superior y azul en la parte inferior.
Las aletas son de color naranja, pero algunos ejemplares muestran un color rojo intenso en las aletas dorsal y anal, en los radios externos superiores e inferiores de la aleta caudal y en aleta adiposa.
La coloración de H. wadai es muy llamativa al presentar la mitad inferior del cuerpo de color gris intenso a violeta, especialmente por encima de la aleta anal. Por este motivo se le ha denominado tetra arándano, tetra blueberry o Inpaichthys sp. arándano en el comercio de acuarios.
Fuente: Facebook
Tamaño:
Puede alcanzar los 3,5cms.
Dimorfismo sexual:
Los machos son más delgados y exhiben unos colores mucho más intensos.
Las hembras, por su parte, tienen una forma más redondeada y su cuerpo es más alto, a la par que sus colores son más apagados. Estas diferencias son mucho más visibles en época de cría.
Ejemplar macho
Autor: Hoffmann
Fuente: Fishbase
Ejemplar hembra
Autor: Hoffmann
Fuente: Fishbase
Esperanza de vida:
Se les estima una esperanza de vida de entre 4 y 6 años.
Parámetros del agua:
PH: 5.5-7.5
GH: <15
Temperatura: 20-26ºC
Se trata de una especie de aguas ácidas o neutras que tolera un amplio rango de parámetros en lo que a temperatura y dureza se refiere. Como siempre, huiremos de los extremos y buscaremos unos valores medios.
Acuario:
Mínimo 80 litros para un cardumen mínimo de unos 10 ejemplares.
El sustrato deberá consistir en arena fina -preferentemente de color oscuro- que se puede complementar con rocas, troncos o ramas para crear refugios y escondites. Curiosamente, aunque en su entorno natural apenas hay plantas acuáticas, estos peces aprecian las plantas y los numerosos recovecos que ofrecen (ya sea para refugiarse, descansar o para tareas de apareamiento). Por tanto, el tanque puede estar bien provisto de plantas y eso significa que la elección de la iluminación deberá ser en función de las especies de plantas que elijamos y sus requerimientos. No obstante, es importante dejar un espacio libre para que los peces puedan nadar con libertad; ya que, como todos los tetras, H. wadai es un excelente nadador.
La filtración deberá estar sobre dimensionada para mantener la calidad del agua en condiciones óptimas, tanto de salubridad como de claridad, y generar esa corriente moderada o fuerte de la que esta especie dispone en su hábitat natural.
Los compuestos nitrogenados se deben mantener a raya en todo momento; aunque, paradójicamente, no es demasiado sensible a la acumulación de nitratos, que no deben superar nunca los 50 mg/l.
Alimentación:
Omnívoro.
Según el análisis de los restos encontrados en su estómago, en la naturaleza se alimenta de algas filamentosas, restos orgánicos, larvas de insectos no identificados, fragmentos de insectos terrestres adultos y otros artrópodos sin identificar.
En acuario los podemos alimentar con cualquier tipo de alimento comercial, ya sea seco, liofilizado o congelado.
Los alimentos comerciales que se hunden rápidamente (pastillas o gránulos) son adecuados; puesto que, sin ser una especie bentopelágica propiamente dicha, normalmente se alimentará cerca del fondo. Es importante que un porcentaje de su alimentación esté formada por vegetales como espirulina, por ejemplo.
Como siempre, una dieta lo más variada posible hará que nuestros peces muestren mejor salud, colores más intensos y un comportamiento más natural.
Comportamiento:
Pacífico y gregario.
Como todos los tetras es un animal muy sociable que gusta vivir en cardumen y deben mantenerse en grupos de al menos 10 individuos. A veces pueden producirse pequeños ataques entre los miembros del grupo para establecer las jerarquías, pero rara vez llega a hacerse daño, más aún si disponen de refugios y escondites donde poder resguardarse en caso necesario.
Es apto para acuario comunitario y convivirá de manera amistosa con cualquier otra especie de tetra o incluso con especies más pequeñas. De hecho, es aconsejable mantener en el tanque otro cardumen de otra especie similar; esto hará que se sientan más seguros, muestren un comportamiento más natural y unos colores más vistosos.
Ocuparán las zonas medias del acuario y eso los hace aptos para convivir con especies de fondo, caracoles e incluso gambas; pero, como vimos anteriormente, se suele alimentar cerca del fondo; por lo tanto, las pequeñas zoeas si pueden ser vistas como alimento, algo que puede subsanarse fácilmente configurando el tanque de manera óptima, aportando los suficientes refugios y escondites a través de la decoración y las propias plantas.
¿Quieres verlos en acción?
Reproducción:
Ovíparo.
Se considera a esta especie como inseminador libre; es decir, la hembra esparce los huevos en el agua y el macho nada alrededor, fecundándolos.
No muestran cuidado parental alguno. Si las condiciones son buenas las hembras desovarán con frecuencia y será fácil encontrar alevines sin ninguna intervención por nuestra parte.
Si usamos un tanque de cría, éste debe ser más pequeño y con iluminación tenue.
El fondo estará provisto de una malla lo suficientemente grande como para que los huevos puedan pasar a través de ella y lo suficientemente pequeña para que sus progenitores no tengan acceso y evitar así la depredación.
El agua debe ser blanda y ácida, preferiblemente más que la del acuario principal; y la temperatura será algo superior, rondando los 27ºC. También es aconsejable tener un aireador para mejorar la oxigenación y generar algo de movimiento de agua.
Se debe introducir en el tanque de cría una pareja o un grupo formado por varios machos y varias hembras, proporcionándoles alimento vivo para favorecer el proceso reproductivo.
A las 24 horas normalmente ya se habrá producido la puesta y retiraremos a los adultos para evitar la depredación. Debido a la subida de temperatura citada anteriormente, se fomenta la eclosión de los huevos, que tiene lugar a las pocas horas. En la primera etapa de su desarrollo, los huevos y los alevines son muy sensibles a la luz; por consiguiente, deberemos mantener el tanque de cría a oscuras.
Durante los tres o cuatro primeros días de vida los alevines se alimentan del saco vitelino, momento en el cual ya nadarán libremente y deberemos alimentarlos con un alimento específico lo suficientemente pequeño (entre 5 y 50 micras) para que puedan consumirlo. Esto es de vital importancia, ya que, al eclosionar tan rápidamente, no tendremos tiempo de generar micro-fauna en el tanque de cría.
Cuando ya tengan el tamaño suficiente se les puede alimentar con nauplios de Artemia o micro-gusanos de la avena.
Fuentes:
Fishbase
Aquadiction
Garnelen
Fishkeeper
Fishipedia
ResearchGate
Nota: para cualquier comentario sobre esta ficha, podéis pasar por aquí.
Edición del texto: Josu Ariztegi
Fotos: Internet
Vídeos: Youtube
Última actualización: 14/05/2024
Nombre científico: Hyphessobrycon wadai (Marinho, Dagosta, Camelier & Oyakawa, 2016)
Nombre común: tetra arándano, tetra blueberry
Autor: Hoffmann
Fuente: Fishbase
Clasificación:
Orden: Characiformes
Familia: Characidae
Género: Hyphessobrycon
Especie: H. wadai
El nombre Hyphessobrycon proviene de la unión de los vocablos griegos hyphesson, que significa un poco más pequeño y bryko, que significa morder. Por su parte, el nombre wadai se le otorgó en homenaje a Luiz Wada, criador de peces ornamentales y acuarista entusiasta, en reconocimiento a su ayuda en numerosas investigaciones ictiológicas.
Debido al desconocimiento de su distribución geográfica hasta el momento, su descripción formal se pospuso varios años para evitar nombrar especies con datos de procedencia incompletos. Afortunadamente, durante el transcurso de una expedición a las cabeceras de la cuenca del río Juruena, se recolectaron ejemplares de esta nueva especie. Se encontró material adicional (recolectado en la misma cuenca por Kullander, en 1989) depositado en el Museo de Zoología de la Universidad de São Paulo. Esta nueva información geográfica sobre la distribución de la nueva especie permitió describirla formalmente en 2016.
Hyphessobrycon es un género compuesto de pequeños carácidos que incluye más de cien especies distribuidas desde el sur de México hasta el río de La Plata, en Argentina. El género fue propuesto por Durbin y Eigenmann (1908) como un subgénero del género Hemigrammus, diferenciándose de este último por la ausencia de escamas en la aleta caudal. Hyphessobrycon fue revisado extensamente por Eigenmann (1918, 1921) y sus datos aún constituyen la única revisión completa del género.
Actualmente, este género vuelve a estar en revisión (no exenta de polémica) con dos vertientes: una defiende que se trata de un género monofilético, y la otra que se trata de un grupo polifilético que contiene varios géneros. Actualmente ya está reconocida la segunda vertiente, y el proceso de dividir el género Hyphessobrycon ya ha comenzado.
Distribución:
Endémico de Sudamérica.
Su zona de distribución es muy restringida ya que sólo se conoce un único lugar de procedencia hasta la fecha. Fue recolectado en drenaje del río Juruena, afluente del río do Sangue, en la cuenca superior del río Tapajós, en Campo Novo do Parecis, estado de Mato Grosso (Brasil).
Zona de distribución marcada: Mirdav
Habita en arroyos de agua clara que discurren sobre fondos de arena; en entornos caracterizados por corrientes de agua de moderadas a rápidas, con mucha vegetación ribereña compuesta principalmente por hierbas y arbustos.
Considerando la claridad del agua característica de su hábitat y la relativa proximidad de la zona donde se encuentra a asentamientos humanos y regiones con intensa degradación de bosques ribereños para pastos, H. wadai podría estar sufriendo el efecto de dichas actividades. Sin embargo, no es posible predecir las consecuencias a largo plazo de estas amenazas para la supervivencia de la especie. Dada la ausencia de estudios sobre la población y sobre las reducciones de su área de distribución, sería preferible clasificarla como "datos deficientes" siguiendo las categorías y criterios de la Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza (UICN) para incluirla en la lista roja de especies amenazadas. Dicha petición se formuló en 2014, pero aún no se ha obtenido respuesta.
Río Curuína, afluente del Río do Sangue, donde la especie fue recolectada
Fuente: ResearchGate
Forma:
Poseen la típica forma fusiforme de su género.
Su cuerpo es alargado y comprimido en los laterales. Los ojos son grandes en comparación con el tamaño de la cabeza, que presenta forma cónica. La boca está situada en posición terminal, con ambas mandíbulas del mismo tamaño y provistas de dientes, también típicos en su género.
H.wadai muestra dos filas de dientes pre-maxilares distintas. La fila exterior cuenta con 3-4 dientes tricúspides, mientras que la interior cuenta con 4-5 dientes con 5-8 cúspides. El maxilar exhibe 1-3 dientes, con 4-6 cúspides. Dentario con cinco o seis dientes más grandes que disminuyen de tamaño lateralmente, con 5-7 cúspides, seguidos de series de 8-10 diminutos dientes cónicos. La cúspide mediana central en todos los dientes es más larga que las cúspides laterales.
Vista del lado derecho de las mandíbulas superior e inferior
Fuente: ResearchGate
La aleta dorsal nace en una posición muy retrasada; es larga y estrecha y muestra 9 radios ramificados y 11 radios blandos. La aleta anal, más retrasada aún que la dorsal, se extiende a lo largo de la parte inferior del cuerpo hasta el pedúnculo caudal. Presenta entre 16 y 18 radios y tiene una forma curva en su margen anterior. Las aletas pélvicas son pequeñas y exhiben 6 radios. Las aletas pectorales son pequeñas y redondeadas. La aleta caudal muestra 10 radios; está bifurcada en dos lóbulos simétricos y tiene forma de horquilla. Posee una aleta adiposa entre las aletas dorsal y caudal, también propia de su género.
Ilustración: Manoela MF Marinho
Fuente: ResearchGate
Se puede distinguir de la mayoría de sus congéneres por la presencia de una única mancha humeral situada en la zona del hombro (detrás de las branquias, justo encima de las aletas pectorales); por la ausencia de mancha distintiva en el pedúnculo caudal y por la falta de una franja media lateral oscura bien definida en el cuerpo. El número de radios en las aletas dorsal, anal y pélvicas también es un rasgo distintivo de esta especie.
Coloración:
Su color base es rojo o anaranjado. El maxilar, mandíbula inferior y zona gular son de un rojo intenso. La zona inferior del cuerpo, de la línea lateral hacia abajo, es de un color que va desde el gris al morado, aunque dependiendo de la iluminación, puede mostrarse también azul. Tienen la mitad inferior del cuerpo profundamente pigmentada con cromatóforos oscuros, especialmente encima de la aleta anal, característica común en otras especies de su género. Los ojos son de color rojo en la parte superior y azul en la parte inferior.
Las aletas son de color naranja, pero algunos ejemplares muestran un color rojo intenso en las aletas dorsal y anal, en los radios externos superiores e inferiores de la aleta caudal y en aleta adiposa.
La coloración de H. wadai es muy llamativa al presentar la mitad inferior del cuerpo de color gris intenso a violeta, especialmente por encima de la aleta anal. Por este motivo se le ha denominado tetra arándano, tetra blueberry o Inpaichthys sp. arándano en el comercio de acuarios.
Fuente: Facebook
Tamaño:
Puede alcanzar los 3,5cms.
Dimorfismo sexual:
Los machos son más delgados y exhiben unos colores mucho más intensos.
Las hembras, por su parte, tienen una forma más redondeada y su cuerpo es más alto, a la par que sus colores son más apagados. Estas diferencias son mucho más visibles en época de cría.
Ejemplar macho
Autor: Hoffmann
Fuente: Fishbase
Ejemplar hembra
Autor: Hoffmann
Fuente: Fishbase
Esperanza de vida:
Se les estima una esperanza de vida de entre 4 y 6 años.
Parámetros del agua:
PH: 5.5-7.5
GH: <15
Temperatura: 20-26ºC
Se trata de una especie de aguas ácidas o neutras que tolera un amplio rango de parámetros en lo que a temperatura y dureza se refiere. Como siempre, huiremos de los extremos y buscaremos unos valores medios.
Acuario:
Mínimo 80 litros para un cardumen mínimo de unos 10 ejemplares.
El sustrato deberá consistir en arena fina -preferentemente de color oscuro- que se puede complementar con rocas, troncos o ramas para crear refugios y escondites. Curiosamente, aunque en su entorno natural apenas hay plantas acuáticas, estos peces aprecian las plantas y los numerosos recovecos que ofrecen (ya sea para refugiarse, descansar o para tareas de apareamiento). Por tanto, el tanque puede estar bien provisto de plantas y eso significa que la elección de la iluminación deberá ser en función de las especies de plantas que elijamos y sus requerimientos. No obstante, es importante dejar un espacio libre para que los peces puedan nadar con libertad; ya que, como todos los tetras, H. wadai es un excelente nadador.
La filtración deberá estar sobre dimensionada para mantener la calidad del agua en condiciones óptimas, tanto de salubridad como de claridad, y generar esa corriente moderada o fuerte de la que esta especie dispone en su hábitat natural.
Los compuestos nitrogenados se deben mantener a raya en todo momento; aunque, paradójicamente, no es demasiado sensible a la acumulación de nitratos, que no deben superar nunca los 50 mg/l.
Alimentación:
Omnívoro.
Según el análisis de los restos encontrados en su estómago, en la naturaleza se alimenta de algas filamentosas, restos orgánicos, larvas de insectos no identificados, fragmentos de insectos terrestres adultos y otros artrópodos sin identificar.
En acuario los podemos alimentar con cualquier tipo de alimento comercial, ya sea seco, liofilizado o congelado.
Los alimentos comerciales que se hunden rápidamente (pastillas o gránulos) son adecuados; puesto que, sin ser una especie bentopelágica propiamente dicha, normalmente se alimentará cerca del fondo. Es importante que un porcentaje de su alimentación esté formada por vegetales como espirulina, por ejemplo.
Como siempre, una dieta lo más variada posible hará que nuestros peces muestren mejor salud, colores más intensos y un comportamiento más natural.
Comportamiento:
Pacífico y gregario.
Como todos los tetras es un animal muy sociable que gusta vivir en cardumen y deben mantenerse en grupos de al menos 10 individuos. A veces pueden producirse pequeños ataques entre los miembros del grupo para establecer las jerarquías, pero rara vez llega a hacerse daño, más aún si disponen de refugios y escondites donde poder resguardarse en caso necesario.
Es apto para acuario comunitario y convivirá de manera amistosa con cualquier otra especie de tetra o incluso con especies más pequeñas. De hecho, es aconsejable mantener en el tanque otro cardumen de otra especie similar; esto hará que se sientan más seguros, muestren un comportamiento más natural y unos colores más vistosos.
Ocuparán las zonas medias del acuario y eso los hace aptos para convivir con especies de fondo, caracoles e incluso gambas; pero, como vimos anteriormente, se suele alimentar cerca del fondo; por lo tanto, las pequeñas zoeas si pueden ser vistas como alimento, algo que puede subsanarse fácilmente configurando el tanque de manera óptima, aportando los suficientes refugios y escondites a través de la decoración y las propias plantas.
¿Quieres verlos en acción?
Reproducción:
Ovíparo.
Se considera a esta especie como inseminador libre; es decir, la hembra esparce los huevos en el agua y el macho nada alrededor, fecundándolos.
No muestran cuidado parental alguno. Si las condiciones son buenas las hembras desovarán con frecuencia y será fácil encontrar alevines sin ninguna intervención por nuestra parte.
Si usamos un tanque de cría, éste debe ser más pequeño y con iluminación tenue.
El fondo estará provisto de una malla lo suficientemente grande como para que los huevos puedan pasar a través de ella y lo suficientemente pequeña para que sus progenitores no tengan acceso y evitar así la depredación.
El agua debe ser blanda y ácida, preferiblemente más que la del acuario principal; y la temperatura será algo superior, rondando los 27ºC. También es aconsejable tener un aireador para mejorar la oxigenación y generar algo de movimiento de agua.
Se debe introducir en el tanque de cría una pareja o un grupo formado por varios machos y varias hembras, proporcionándoles alimento vivo para favorecer el proceso reproductivo.
A las 24 horas normalmente ya se habrá producido la puesta y retiraremos a los adultos para evitar la depredación. Debido a la subida de temperatura citada anteriormente, se fomenta la eclosión de los huevos, que tiene lugar a las pocas horas. En la primera etapa de su desarrollo, los huevos y los alevines son muy sensibles a la luz; por consiguiente, deberemos mantener el tanque de cría a oscuras.
Durante los tres o cuatro primeros días de vida los alevines se alimentan del saco vitelino, momento en el cual ya nadarán libremente y deberemos alimentarlos con un alimento específico lo suficientemente pequeño (entre 5 y 50 micras) para que puedan consumirlo. Esto es de vital importancia, ya que, al eclosionar tan rápidamente, no tendremos tiempo de generar micro-fauna en el tanque de cría.
Cuando ya tengan el tamaño suficiente se les puede alimentar con nauplios de Artemia o micro-gusanos de la avena.
Fuentes:
Fishbase
Aquadiction
Garnelen
Fishkeeper
Fishipedia
ResearchGate
Nota: para cualquier comentario sobre esta ficha, podéis pasar por aquí.