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28-03-2021, 09:45 PM
Autor de la ficha: Mirdav
Edición del texto: Josu Ariztegi
Fotos: Internet
Vídeos: Youtube
Última actualización: 11/04/2023
Nombre científico: Telmatochromis vittatus (Boulenger, 1898)
Nombre común: sin nombre común en castellano
Foto: Facebook
Clasificación:
Orden: Cichliformes
Familia: Cichlidae
Género: Telmatochromis
Especie: T. vittatus
Distribución:
Africano.
Se trata de una especie endémica del lago Tanganyika. Habita la zona sur del lago, entre las costas del Tanzania, República del Congo y Zambia.
Zona de distribución aproximada marcada: Mirdav
Vive cerca de rocas y fallas, en aguas bastante profundas para especies tan pequeñas, ya que se han encontrado ejemplares hasta a 20 metros de profundidad, aunque parecen preferir un rango entre 5 y 10. Le gustan las grietas de las rocas, pero también las conchas de gasterópodos como Neothauma tanganyicense o caracol "borgoña", que utilizan para desovar.
Forma:
Poseen una forma alargada, esbelta y algo curvada en la parte superior, mientras que la inferior es plana. La aleta dorsal nace justo detrás de la cabeza y se extiende a lo largo de todo su cuerpo hasta el pedúnculo caudal. Dicha aleta está acabada ligeramente en punta. La aleta anal nace tras la mitad posterior de su cuerpo; muere a la misma altura que la aleta dorsal, y también acaba en punta. La aleta caudal no presenta ninguna bifurcación y tiene forma redondeada. Las aletas pectorales también son redondeadas. Las pélvicas muestran una terminación larga y afilada, mucho más marcada en los machos que en las hembras.
La boca es pequeña y está situada en posición terminal. Posee dientes caniformes que utiliza para raspar los microorganismos y algas de las superficies rocosas. Los ojos son pequeños comparados con el tamaño de la cabeza. Esta es una de las formas de diferenciar a T. vittatus de T. brichardi dos especies bastante parecidas como veremos más en detalle a continuación.
Coloración:
Su color base es crema o beige. Muestra una banda de color marrón oscuro, casi negro, a lo largo de todo su cuerpo, comenzando justo detrás del ojo y llegando a la base de la aleta caudal. También muestra una fina línea en la base de la aleta dorsal, pero ésta no es visible todo el tiempo: dependiendo de su estado de ánimo, puede mostrarse sólo en parte e incluso desaparecer por completo. Esta especie puede perder la coloración de las bandas negras total o parcialmente en situaciones de estrés; por ejemplo, cuando son acosados por un ejemplar dominante.
En individuos adultos se puede observar una tonalidad amarillenta en el cuerpo, sobre todo alrededor del ojo, además de una mancha oscura en la parte superior de la cabeza que puede llegar a parecer una máscara.
Las aletas son translúcidas y de color amarillento, con la particularidad de presentar un ribete negro en las aletas dorsal y anal que recorre toda la longitud de las mismas.
Existe mucha confusión a la hora de identificar las distintas especies del género Telmatochromis, que actualmente contiene 6 especies. Dicho género se divide básicamente dos tipos de peces: un tipo alargado, representado por Telmatochromis brichardi, T. vittatus y T. bifrenatus y un grupo de peces más gruesos con Telmatochromis temporalis, T. dhonti y T. burgeoni. Vamos a centrarnos en el primer tipo, los alargados.
Primero aprenderemos a identificar a T. bifrenatus. La fuente de la confusión es que se da por sentado que si el pez se llama bifrenatus es porque tiene 2 bandas en los costados. Por supuesto esto es correcto, T. bifrenatus tiene dos bandas, pero estas bandas no incluyen la que está justo en la unión del flanco y la aleta dorsal, de ahí la confusión asociada con su nombre. Si tenemos en cuenta cada banda lateral de este pez, incluida la de la unión con la aleta dorsal, tiene tres bandas -y no dos-.
Dado que ahora podemos identificar fácilmente un T. bifrenatus, hagamos lo mismo con los otros dos, T. brichardi y T. vittatus . Estos Telmatochromis parecen idénticos, pero existen ligeras diferencias entre ellos. Ambos tienen una banda lateral más una segunda banda en la unión de la aleta dorsal y el flanco. La banda lateral de T. brichardi está "cortada" con numerosas barras oblicuas pequeñas, mientras que T. vittatus tiene una banda lateral casi intacta. El hocico de T. brichardi es más puntiagudo y su ojo es más grande que el de T. vittatus. Por último, T. vittatus normalmente es más grande que T. brichardi
T. vittatus
Foto: Pinterest
T. brichardi
Foto: RMCA (Fishbase)
Tamaño:
Los machos pueden alcanzar los 10cms, mientras que las hembras no suelen sobrepasar los 8cms.
Dimorfismo sexual:
Se trata de una especie relativamente fácil de sexar, principalmente por el tamaño, puesto que el macho es más grande que la hembra. Esto, además, es visible a una edad relativamente temprana. Otra característica que los diferencia es la forma de las aletas pélvicas, mucho más puntiagudas en los machos y más redondeadas en las hembras.
Esperanza de vida:
Se les estima una esperanza de vida de unos 5-6 años.
Parámetros del agua:
PH: 8.0-9.5
GH: 10-25
Temperatura: 23-27ºC
Como buen cíclido africano, gusta de agua muy dura y alcalina, con un PH muy elevado.
Acuario:
Mínimo 200 litros si se quiere mantener un pequeño grupo formado por un macho y dos o tres hembras. Si se quiere mantener más de un macho el tanque deberá ser mayor.
El fondo estará provisto de una capa de unos 5cm de arena fina, con algunas rocas dispuestas en la zona trasera para formar cuevas, escondites y recovecos que las hembras que puedan utilizar para refugiarse. Al tratarse de una especie conchícola el fondo tendrá que estar provisto de abundantes conchas de Neothauma tanganyicense o caracol borgoña formando "praderas" que nuestros peces usarán para desovar.
No es aconsejable saturar el acuario de formaciones rocosas, sino más bien dejar mucho espacio libre para que puedan nadar libremente y con comodidad, evitando así que puedan herirse con sus frenéticos movimientos de cortejo e intimidación entre machos cuando se están estableciendo las jerarquías.
La iluminación no es determinante en este tipo de acuarios, ni siquiera para formar una pequeña capa de algas en las rocas ya que esta especie no necesita un gran aporte vegetal en su dieta. Con una luz suave es suficiente.
En cuanto a plantas se pueden añadir Vallisneria o Ceratophyllum, que son fáciles de conseguir y poco exigentes en cuanto a iluminación se refiere. De esta manera imitaremos su hábitat natural, ya que estas especies están presentes en su lugar de origen.
En el apartado de filtración deberemos incorporar un filtro potente para poder mantener la calidad del agua. Dado que en este tipo de acuarios suele haber pocas plantas, o incluso no haberlas, son propensos a la acumulación de compuestos nitrogenados. Deberemos paliar ese exceso con cambios de agua frecuentes, generosos y si fuera necesario, con resinas especiales, que se colocan dentro del filtro para ayudar a limitar en la medida de lo posible la citada acumulación.
Alimentación:
Omnívoro.
Aceptará de buen grado cualquier alimento comercial ya sea en escamas, gránulos o pellets. El alimento en pastillas de fondo también es adecuado ya que se trata de una especie bentopelágica que se alimenta casi exclusivamente en el fondo. Se puede dar un aporte vegetal a su dieta, pero no es tan importante como en otros miembros de su género. Como siempre, una alimentación lo más variada posible hará que nuestros peces luzcan más coloridos, saludables y con un comportamiento más natural.
Comportamiento:
Se trata de una especie territorial a la par que tímida. No es un pez agresivo con otras especies y puede vivir junto con otros cíclidos de tamaño pequeño o mediano que ocupen diferentes áreas del tanque, como Neolamprologus o Cyprichromis. Sin embargo, muestra cierta agresividad con los machos de su especie por lo que en líneas generales es mejor mantenerlos en parejas si no se cuenta con espacio suficiente.
En caso contrario, con una instalación lo suficientemente grande y adaptada para estos animales, se puede mantener un grupo relativamente grande. Esto dará la oportunidad al acuarista de contemplar de primera mano el comportamiento natural de estos peces, como se crea la jerarquía para que el Alfa, normalmente el ejemplar más grande, supervise al resto de la tropa de machos satélites. Cada uno conoce las reglas, el sitio que le corresponde, su lugar dentro de la jerarquía y la respeta. El macho dominante, seguro de sí mismo, permite que los demás (jerárquicamente inferiores) vivan en la “periferia” de esta pequeña colonia. La relación entre ellos se mostrará equilibrada, quedando la violencia física reducida a la mínima expresión. Los machos se encuentran en un punto determinado del perímetro y muestran durante unos segundos aletas desplegadas, rápidos giros y pequeñas persecuciones, pero nunca ataque serios, mordeduras, etc. Luego todos se separan y vuelven a la normalidad.
Macho dominante
La jerarquía entre las hembras también está muy marcada y sus relaciones a veces pueden ser tormentosas, sobre todo cuando la dominante queda embarazada. Ésta deberá elegir su lugar de puesta y la competencia entre ellas se vuelve fuerte. Suele darse el caso de que haya una sola hembra preparada para la cría al mismo tiempo, por lo que las puestas se alternan entre ellas, algo que también sucede con el dominio. La hembra que está preparada para la reproducción se vuelve dominante, en detrimento de las demás.
Viven la mayor parte del tiempo a lo largo del sustrato y sus movimientos de deslizamiento les confieren un encanto especial. Usando las aletas pectorales, se mueven muy lentamente, hasta el punto de que a veces uno puede preguntarse si no es la corriente de agua la que los mueve lateralmente de esta forma. Sin embargo, cuando algo les asusta se esconden de manera muy rápida, son excelentes nadadores y necesitan mucho espacio diáfano para poder hacerlo con comodidad y sin golpearse con algún obstáculo, roca, etc. ya que debido a su velocidad de nado podrían lastimarse.
¿Quieres verlos en acción?
Reproducción:
Ovíparo.
Como se ha dicho anteriormente, se trata de una especie conchícola, lo que supone que las puestas se lleven a cabo en el interior de una concha de algún gasterópodo, habitualmente Neothauma tanganyicense. Las conchas deben estar dispuestas en zonas no demasiado expuestas y han de ser abundantes para que las hembras tengan varias opciones para poder elegir. Esto es una prioridad: ya sea una hendidura en las rocas, una cueva formada por una estructura de las mismas, una concha u otro elemento, lo importante es que la hembra pueda elegir el lugar de desove.
Cuando la hembra esté lista se podrá apreciar cómo su vientre se va redondeando e hinchando poco a poco debido a la maduración de los huevos en su interior. Entonces el macho dominante hará gala de su danza nupcial, que se basa en un "baile" frenético y que tendremos dificultad para seguir, aunque esto no sucede todas las veces (en ocasiones no se produce este baile). Observando más de cerca, este baile no es tan caótico como parece, porque el centro y el punto final es una concha. Su ubicación es estratégicamente elegida por el macho por ser el punto con el menor estrés posible, es decir, un lugar relativamente inaccesible a los posibles depredadores y con la posibilidad de vigilar la concha. La hembra debe aceptarlo, por lo que realmente es ella quien elige el lugar de desove, de ahí la importancia de la multiplicidad de opciones.
Por lo dicho anteriormente se desprende que es difícil saber cuándo se ha efectuado una puesta. ¿Cómo saberlo? Sencillamente, un día ya no vemos a la hembra. Observando y con un poco de práctica, aprenderemos a ver las señales. El macho se posa sobre la concha, moviéndose muy poco, a veces se retuerce para ahuyentar con las aletas a una cría no deseada, a veces es para perseguir a otro macho que se ha acercado demasiado, etc.
Al cabo de unos días podremos identificar el lugar donde está la concha, ya que el macho pasa a acercarse a la apertura de una de ellas y se inicia un extraño "tiovivo", que consta de un movimiento oscilatorio muy rápido y lateral de la cabeza, que provoca ondas particulares en el agua y que podría considerarse un lenguaje, sino un medio de comunicación específico.
Al poco tiempo, el macho relaja un poco la vigilancia y se puede ver a la hembra asomando el extremo del hocico fuera de la concha, momento en el cual sabremos que la puerta ha tenido lugar. A los 8 días las larvas ya se mueven por sí solas, pero aún no han consumido el saco vitelino. A los 15 o 20 días los alevines ya nadan de forma autónoma, salen de la concha y tienen un tamaño suficiente para ser alimentados con nauplios de Artemia. En el momento que los alevines nadan y se alimentan por si mismos los progenitores se desentienden para centrarse en la siguiente generación.
Ejemplar juvenil
Cuando esta especie se mantiene en grupos relativamente numerosos, crean "nidos de desove" formados por varias conchas y varias hembras, es habitual que se produzcan puestas de manera alternativa o incluso a la vez. Se ha podido observar en entornos naturales un comportamiento de apareamiento (tácticas reproductivas) en los machos dependiendo de su tamaño y del rango que ocupen dentro de la jerarquía. Está documentado (Kazutaka Ota y Masanori Kohda, 2006) que existen 4 grupos de machos según su tamaño y su táctica reproductiva: pirata, territorial, satélite y corredor.
Los machos territoriales son los que realizan todo el trabajo. Atraen a las hembras a través de su danza nupcial, defienden el nido de desove y fecundan las puestas de manera, digamos, lícita. Sin embargo, los machos piratas y corredores plantean una táctica reproductiva parasitaria, es decir, se aprovechan del trabajo los machos territoriales, pero con diferentes métodos.
Los machos piratas, normalmente los más grandes, se acercan al nido y expulsan a los machos territoriales por la fuerza, para poder fecundar las puestas a placer.
Los pequeños machos corredores, se aprovechan del eventual despiste de un macho territorial, provocado por ellos mismos, para que uno de ellos se acerque al nido y fecunde una puesta mientras los otros acosan al macho territorial.
Por último, los machos satélites no utilizan esta forma de reproducción parasitaria; forman una pareja y desovan fuera del nido. Es curioso que, normalmente, ni los machos piratas ni los corredores asalten las puestas de los machos satélites.
Fuentes:
Fishbase
Seriosly Fish
Destin-Tanganyika
Link.Springer
Cichlidae
DNAT Ecosistemas
Comipez
Cichlid forum
Gbif
Ciclilandia
Aquaportail
Nota: para cualquier comentario sobre esta ficha, podéis pasar por aquí.
Edición del texto: Josu Ariztegi
Fotos: Internet
Vídeos: Youtube
Última actualización: 11/04/2023
Nombre científico: Telmatochromis vittatus (Boulenger, 1898)
Nombre común: sin nombre común en castellano
Foto: Facebook
Clasificación:
Orden: Cichliformes
Familia: Cichlidae
Género: Telmatochromis
Especie: T. vittatus
Distribución:
Africano.
Se trata de una especie endémica del lago Tanganyika. Habita la zona sur del lago, entre las costas del Tanzania, República del Congo y Zambia.
Zona de distribución aproximada marcada: Mirdav
Vive cerca de rocas y fallas, en aguas bastante profundas para especies tan pequeñas, ya que se han encontrado ejemplares hasta a 20 metros de profundidad, aunque parecen preferir un rango entre 5 y 10. Le gustan las grietas de las rocas, pero también las conchas de gasterópodos como Neothauma tanganyicense o caracol "borgoña", que utilizan para desovar.
Forma:
Poseen una forma alargada, esbelta y algo curvada en la parte superior, mientras que la inferior es plana. La aleta dorsal nace justo detrás de la cabeza y se extiende a lo largo de todo su cuerpo hasta el pedúnculo caudal. Dicha aleta está acabada ligeramente en punta. La aleta anal nace tras la mitad posterior de su cuerpo; muere a la misma altura que la aleta dorsal, y también acaba en punta. La aleta caudal no presenta ninguna bifurcación y tiene forma redondeada. Las aletas pectorales también son redondeadas. Las pélvicas muestran una terminación larga y afilada, mucho más marcada en los machos que en las hembras.
La boca es pequeña y está situada en posición terminal. Posee dientes caniformes que utiliza para raspar los microorganismos y algas de las superficies rocosas. Los ojos son pequeños comparados con el tamaño de la cabeza. Esta es una de las formas de diferenciar a T. vittatus de T. brichardi dos especies bastante parecidas como veremos más en detalle a continuación.
Coloración:
Su color base es crema o beige. Muestra una banda de color marrón oscuro, casi negro, a lo largo de todo su cuerpo, comenzando justo detrás del ojo y llegando a la base de la aleta caudal. También muestra una fina línea en la base de la aleta dorsal, pero ésta no es visible todo el tiempo: dependiendo de su estado de ánimo, puede mostrarse sólo en parte e incluso desaparecer por completo. Esta especie puede perder la coloración de las bandas negras total o parcialmente en situaciones de estrés; por ejemplo, cuando son acosados por un ejemplar dominante.
En individuos adultos se puede observar una tonalidad amarillenta en el cuerpo, sobre todo alrededor del ojo, además de una mancha oscura en la parte superior de la cabeza que puede llegar a parecer una máscara.
Las aletas son translúcidas y de color amarillento, con la particularidad de presentar un ribete negro en las aletas dorsal y anal que recorre toda la longitud de las mismas.
Existe mucha confusión a la hora de identificar las distintas especies del género Telmatochromis, que actualmente contiene 6 especies. Dicho género se divide básicamente dos tipos de peces: un tipo alargado, representado por Telmatochromis brichardi, T. vittatus y T. bifrenatus y un grupo de peces más gruesos con Telmatochromis temporalis, T. dhonti y T. burgeoni. Vamos a centrarnos en el primer tipo, los alargados.
Primero aprenderemos a identificar a T. bifrenatus. La fuente de la confusión es que se da por sentado que si el pez se llama bifrenatus es porque tiene 2 bandas en los costados. Por supuesto esto es correcto, T. bifrenatus tiene dos bandas, pero estas bandas no incluyen la que está justo en la unión del flanco y la aleta dorsal, de ahí la confusión asociada con su nombre. Si tenemos en cuenta cada banda lateral de este pez, incluida la de la unión con la aleta dorsal, tiene tres bandas -y no dos-.
Dado que ahora podemos identificar fácilmente un T. bifrenatus, hagamos lo mismo con los otros dos, T. brichardi y T. vittatus . Estos Telmatochromis parecen idénticos, pero existen ligeras diferencias entre ellos. Ambos tienen una banda lateral más una segunda banda en la unión de la aleta dorsal y el flanco. La banda lateral de T. brichardi está "cortada" con numerosas barras oblicuas pequeñas, mientras que T. vittatus tiene una banda lateral casi intacta. El hocico de T. brichardi es más puntiagudo y su ojo es más grande que el de T. vittatus. Por último, T. vittatus normalmente es más grande que T. brichardi
T. vittatus
Foto: Pinterest
T. brichardi
Foto: RMCA (Fishbase)
Tamaño:
Los machos pueden alcanzar los 10cms, mientras que las hembras no suelen sobrepasar los 8cms.
Dimorfismo sexual:
Se trata de una especie relativamente fácil de sexar, principalmente por el tamaño, puesto que el macho es más grande que la hembra. Esto, además, es visible a una edad relativamente temprana. Otra característica que los diferencia es la forma de las aletas pélvicas, mucho más puntiagudas en los machos y más redondeadas en las hembras.
Esperanza de vida:
Se les estima una esperanza de vida de unos 5-6 años.
Parámetros del agua:
PH: 8.0-9.5
GH: 10-25
Temperatura: 23-27ºC
Como buen cíclido africano, gusta de agua muy dura y alcalina, con un PH muy elevado.
Acuario:
Mínimo 200 litros si se quiere mantener un pequeño grupo formado por un macho y dos o tres hembras. Si se quiere mantener más de un macho el tanque deberá ser mayor.
El fondo estará provisto de una capa de unos 5cm de arena fina, con algunas rocas dispuestas en la zona trasera para formar cuevas, escondites y recovecos que las hembras que puedan utilizar para refugiarse. Al tratarse de una especie conchícola el fondo tendrá que estar provisto de abundantes conchas de Neothauma tanganyicense o caracol borgoña formando "praderas" que nuestros peces usarán para desovar.
No es aconsejable saturar el acuario de formaciones rocosas, sino más bien dejar mucho espacio libre para que puedan nadar libremente y con comodidad, evitando así que puedan herirse con sus frenéticos movimientos de cortejo e intimidación entre machos cuando se están estableciendo las jerarquías.
La iluminación no es determinante en este tipo de acuarios, ni siquiera para formar una pequeña capa de algas en las rocas ya que esta especie no necesita un gran aporte vegetal en su dieta. Con una luz suave es suficiente.
En cuanto a plantas se pueden añadir Vallisneria o Ceratophyllum, que son fáciles de conseguir y poco exigentes en cuanto a iluminación se refiere. De esta manera imitaremos su hábitat natural, ya que estas especies están presentes en su lugar de origen.
En el apartado de filtración deberemos incorporar un filtro potente para poder mantener la calidad del agua. Dado que en este tipo de acuarios suele haber pocas plantas, o incluso no haberlas, son propensos a la acumulación de compuestos nitrogenados. Deberemos paliar ese exceso con cambios de agua frecuentes, generosos y si fuera necesario, con resinas especiales, que se colocan dentro del filtro para ayudar a limitar en la medida de lo posible la citada acumulación.
Alimentación:
Omnívoro.
Aceptará de buen grado cualquier alimento comercial ya sea en escamas, gránulos o pellets. El alimento en pastillas de fondo también es adecuado ya que se trata de una especie bentopelágica que se alimenta casi exclusivamente en el fondo. Se puede dar un aporte vegetal a su dieta, pero no es tan importante como en otros miembros de su género. Como siempre, una alimentación lo más variada posible hará que nuestros peces luzcan más coloridos, saludables y con un comportamiento más natural.
Comportamiento:
Se trata de una especie territorial a la par que tímida. No es un pez agresivo con otras especies y puede vivir junto con otros cíclidos de tamaño pequeño o mediano que ocupen diferentes áreas del tanque, como Neolamprologus o Cyprichromis. Sin embargo, muestra cierta agresividad con los machos de su especie por lo que en líneas generales es mejor mantenerlos en parejas si no se cuenta con espacio suficiente.
En caso contrario, con una instalación lo suficientemente grande y adaptada para estos animales, se puede mantener un grupo relativamente grande. Esto dará la oportunidad al acuarista de contemplar de primera mano el comportamiento natural de estos peces, como se crea la jerarquía para que el Alfa, normalmente el ejemplar más grande, supervise al resto de la tropa de machos satélites. Cada uno conoce las reglas, el sitio que le corresponde, su lugar dentro de la jerarquía y la respeta. El macho dominante, seguro de sí mismo, permite que los demás (jerárquicamente inferiores) vivan en la “periferia” de esta pequeña colonia. La relación entre ellos se mostrará equilibrada, quedando la violencia física reducida a la mínima expresión. Los machos se encuentran en un punto determinado del perímetro y muestran durante unos segundos aletas desplegadas, rápidos giros y pequeñas persecuciones, pero nunca ataque serios, mordeduras, etc. Luego todos se separan y vuelven a la normalidad.
Macho dominante
La jerarquía entre las hembras también está muy marcada y sus relaciones a veces pueden ser tormentosas, sobre todo cuando la dominante queda embarazada. Ésta deberá elegir su lugar de puesta y la competencia entre ellas se vuelve fuerte. Suele darse el caso de que haya una sola hembra preparada para la cría al mismo tiempo, por lo que las puestas se alternan entre ellas, algo que también sucede con el dominio. La hembra que está preparada para la reproducción se vuelve dominante, en detrimento de las demás.
Viven la mayor parte del tiempo a lo largo del sustrato y sus movimientos de deslizamiento les confieren un encanto especial. Usando las aletas pectorales, se mueven muy lentamente, hasta el punto de que a veces uno puede preguntarse si no es la corriente de agua la que los mueve lateralmente de esta forma. Sin embargo, cuando algo les asusta se esconden de manera muy rápida, son excelentes nadadores y necesitan mucho espacio diáfano para poder hacerlo con comodidad y sin golpearse con algún obstáculo, roca, etc. ya que debido a su velocidad de nado podrían lastimarse.
¿Quieres verlos en acción?
Reproducción:
Ovíparo.
Como se ha dicho anteriormente, se trata de una especie conchícola, lo que supone que las puestas se lleven a cabo en el interior de una concha de algún gasterópodo, habitualmente Neothauma tanganyicense. Las conchas deben estar dispuestas en zonas no demasiado expuestas y han de ser abundantes para que las hembras tengan varias opciones para poder elegir. Esto es una prioridad: ya sea una hendidura en las rocas, una cueva formada por una estructura de las mismas, una concha u otro elemento, lo importante es que la hembra pueda elegir el lugar de desove.
Cuando la hembra esté lista se podrá apreciar cómo su vientre se va redondeando e hinchando poco a poco debido a la maduración de los huevos en su interior. Entonces el macho dominante hará gala de su danza nupcial, que se basa en un "baile" frenético y que tendremos dificultad para seguir, aunque esto no sucede todas las veces (en ocasiones no se produce este baile). Observando más de cerca, este baile no es tan caótico como parece, porque el centro y el punto final es una concha. Su ubicación es estratégicamente elegida por el macho por ser el punto con el menor estrés posible, es decir, un lugar relativamente inaccesible a los posibles depredadores y con la posibilidad de vigilar la concha. La hembra debe aceptarlo, por lo que realmente es ella quien elige el lugar de desove, de ahí la importancia de la multiplicidad de opciones.
Por lo dicho anteriormente se desprende que es difícil saber cuándo se ha efectuado una puesta. ¿Cómo saberlo? Sencillamente, un día ya no vemos a la hembra. Observando y con un poco de práctica, aprenderemos a ver las señales. El macho se posa sobre la concha, moviéndose muy poco, a veces se retuerce para ahuyentar con las aletas a una cría no deseada, a veces es para perseguir a otro macho que se ha acercado demasiado, etc.
Al cabo de unos días podremos identificar el lugar donde está la concha, ya que el macho pasa a acercarse a la apertura de una de ellas y se inicia un extraño "tiovivo", que consta de un movimiento oscilatorio muy rápido y lateral de la cabeza, que provoca ondas particulares en el agua y que podría considerarse un lenguaje, sino un medio de comunicación específico.
Al poco tiempo, el macho relaja un poco la vigilancia y se puede ver a la hembra asomando el extremo del hocico fuera de la concha, momento en el cual sabremos que la puerta ha tenido lugar. A los 8 días las larvas ya se mueven por sí solas, pero aún no han consumido el saco vitelino. A los 15 o 20 días los alevines ya nadan de forma autónoma, salen de la concha y tienen un tamaño suficiente para ser alimentados con nauplios de Artemia. En el momento que los alevines nadan y se alimentan por si mismos los progenitores se desentienden para centrarse en la siguiente generación.
Ejemplar juvenil
Cuando esta especie se mantiene en grupos relativamente numerosos, crean "nidos de desove" formados por varias conchas y varias hembras, es habitual que se produzcan puestas de manera alternativa o incluso a la vez. Se ha podido observar en entornos naturales un comportamiento de apareamiento (tácticas reproductivas) en los machos dependiendo de su tamaño y del rango que ocupen dentro de la jerarquía. Está documentado (Kazutaka Ota y Masanori Kohda, 2006) que existen 4 grupos de machos según su tamaño y su táctica reproductiva: pirata, territorial, satélite y corredor.
Los machos territoriales son los que realizan todo el trabajo. Atraen a las hembras a través de su danza nupcial, defienden el nido de desove y fecundan las puestas de manera, digamos, lícita. Sin embargo, los machos piratas y corredores plantean una táctica reproductiva parasitaria, es decir, se aprovechan del trabajo los machos territoriales, pero con diferentes métodos.
Los machos piratas, normalmente los más grandes, se acercan al nido y expulsan a los machos territoriales por la fuerza, para poder fecundar las puestas a placer.
Los pequeños machos corredores, se aprovechan del eventual despiste de un macho territorial, provocado por ellos mismos, para que uno de ellos se acerque al nido y fecunde una puesta mientras los otros acosan al macho territorial.
Por último, los machos satélites no utilizan esta forma de reproducción parasitaria; forman una pareja y desovan fuera del nido. Es curioso que, normalmente, ni los machos piratas ni los corredores asalten las puestas de los machos satélites.
Fuentes:
Fishbase
Seriosly Fish
Destin-Tanganyika
Link.Springer
Cichlidae
DNAT Ecosistemas
Comipez
Cichlid forum
Gbif
Ciclilandia
Aquaportail
Nota: para cualquier comentario sobre esta ficha, podéis pasar por aquí.