Llevo desde que volví de vacaciones de Navidad queriendo actualizar pero entre que prefiero leer el foro antes que soltar mi habitual tocho y la falta de tiempo se me ha alargado.
Yo no sé que tienen las vacaciones que a las plantas les da por crecer. Apenas estuve semana y media fuera pero me encontré el acuario hecho una selva cuando volví. Parece mentira como estaba en verano. ¡Y eso que las dejé sin abono!
Las flotantes se habían extendido como nunca y mi eterna apuesta, la
Rotala wallichii de las podas de SALVA, que comenzaba a adaptarse, sufrió un retroceso al verse oculta entre todas las plantas (flotante y no flotante).
La
Justicia gendarussa se salió del agua y se las apañó para pasar por el hueco entre cristales. La
Ludwigia palustris red y la
Proserpinaca palustris red con tallos enormes que arañaban la superficie y sujetaban las flotantes.
La
Limnophila aromatica que había comprado en Mbuna y había puesto en el hueco trasero central que le tengo reservado desde el verano se había soltado o perdido así que, viendo que no logro que prospere ahí he recuperado la que me queda y la he puesto a ganar fuerza en la zona delantera. Moveré la
P. palustris cuba a ese sitio viendo como está creciendo y reservaré la zona media para estas que más por saco me están dando. Como también he encontrado un par de tallos de
Myriophyllum matogrossense red, el cual también pensaba que había perdido, espero recuperarlo.
Pero la gran alegría (Alvaro, Alberto, preparaos) es la
Ammania sp. Bonsai. De los tallitos sueltos que puse en verano con la idea de emular un "pradera con cactus" algunos de ellos han prosperado a lo bestia.
Pero ojo, que no todos crecen igual...
También el
Microsorum pteropus "narrow" me deleitó con un fronde descomunal que se salía del agua.
Las
Salvinia natans, a parte de haber cubierto casi la totalidad de la superficie, también guardaba otras sorpresas.
Un nuevo nido de los guramis, aunque no había huevos.
Y algo que parecen huevos, aunque no sé de qué. ¿Algún caracol?
Sobre mis últimas adquisiciones,
Dario dario y
Trichopsis pumila, pues luces y sombras, aunque sorprendentes.
Los
D. dario, sobre los que más dudas tenía, se dejan ver a menudo aunque sólo logro contar hasta 3 (eran/son 4) lo que me alivia pues eran una apuesta arriesgada y veo que mi acuario y mis rutinas de alimentación son capaces de mantenerlos.
Sin embargo los
T. pumila casi han desaparecido, la primera semana logré contar 2 de 5 que había introducido, en el primer cambio de agua observé a un macho convulsionándose y lo dí por muerto cuando se perdió entre las plantas y estos días, logro ver 2 nuevamente, pero no más. La verdad, no me esperaba que fueran delicados y me da rabia porque me encanta el brillo azulado de sus ojos y estaban comenzando a ganar color.
Me acabo de dar cuenta que no se me ha ocurrido sacarles fotos así que... en la de las bonsai sale uno de frente.
Por otro lado, lo que son las cosas, mientras yo estaba en Granada, desde Málaga me llegaba un paquete a Madrid, gracias a SALVA que me pasó el chivatazo.
Por no hacer una modificación agresiva de la pantalla y por no tener que modificar los cristales para poder poner los apoyos (no entraban por grosor pero si por las esquinas), opté por esta, que es una de las ideas que tenía en mente.
La marranada, que se supernonían y no se enfrentaban, así que no podía unirlas con un tubo o con una de la piezas que tienen para montarlas en la pantalla. Empecé a discurrir una solución, me planteé comprar tubo de metacrilato donde entraran ajustadas, alargarlas ambas y unir ambos tubos pero... precisamente donde finalmente lo he encontrado, en Central de Plásticos, y por casualidad he visto un perfil en M de plástico negro que no me ha supuesto apenas trabajo adaptar.
Y hasta aquí el tocho... gracias por llegar al final.