Tranquilo jui, que viendo la tele por la noche da tiempo a ir transcribiendo. Siento el retraso, pero he andado liado y no he podido subirlo antes. Alla va:
LA REPRODUCCION DE LABEO BICOLOR
B. Vajdak y R. Zukal
![[Imagen: ZWhxPul.jpg]](https://i.imgur.com/ZWhxPul.jpg)
En el numero 26 de VIDA ACUATICA ofrecimos a nuestros lectores las interesantes experiencias efectuadas por Bohumil Vajdak y Rudolf Zukal respecto al empleo de hormonas para lograr la reproducción de Acanthophthalamus myersi. Hoy, estos dos expertos acuaristas checoslovacos nos ofrecen los resultados que han obtenido con un pez tan difícil y popular como es el Labeo bicolor.
Desde que en 1952 se importaron los primeros ejemplares procedentes de Thailandia, este hermoso pez de color negro mate con una llamativa cola roja ha gozado siempre de una gran aceptación por parte de los acuaristas. Habitualmente se cita una talla maxima de 12 cm., pero mis ejemplares reproductores son considerablemente mayores.
Algunos autores califican a Labeo bicolor como una especie arisca y pendenciera, pero también en este aspecto he de confesar que mis experiencias no corroboran este hecho.
Labeo bicolor necesita un acuario grande, con muchos escondrijos y con algunos espacios abiertos en los que poder nadar libremente. Es frecuente que los machos luchen entre si, pero siempre respetan a los peces de otras especies. Los escondrijos del acuario servirán tambien de refugio a las hembras que ya estén algo cansadas de las ''impertinencias'' de sus compañeros.
Actualmente hace ya mas de 9 años que me dedico a esta apasionante especie y, en ocasiones, he llegado a tener hasta 20 ejemplares. Hace 4 años decidí que ya era hora de hacer algo más que mantenerlos simplemente, y me puse a experimentar con ellos. Durante mucho tiempo tuve solo hembras (sus grandes y abultados vientres no dejaban lugar a dudas acerca del sexo al que pertenecían), y que llegaron a medir 18-20cm., planteándoseme grandes problemas para conseguir ejemplares de su misma talla pero con el vientre liso, es decir, presuntos machos. Que yo sepa, no existe otra forma de diferenciar los sexos, y en algunas ocasiones me ha sucedido que tras unos meses de tener a estos machos en mi acuario de 700 litros......se han puesto a desovar frustrando todas mis esperanzas. Finalmente, tuve la ocasion de conseguir cuatro ejemplares de gran tamaño a cambio de 10 jovenes, y tres de estos cuatro resultaron ser efectivamente machos.
Tras un corto periodo de aclimatación, empezaron los preparativos para la reproducción. Segun los datos de los que yo disponia, Labeo bicolor vive en arroyos y riachuelos de curso rápido en los que el agua tiene una dureza muy escasa y un nivel de pH que va desde el neutro hasta una alcalinidad moderada. Teniendo en cuenta todo esto, prepare un acuario de 150cm. de longitud y en el que el agua, impulsada por una bomba, procedía directamente del grifo. La temperatura la mantuve constantemente a 30°C., siendo el pH de 7,2 y la dureza de aproximadamente 12°dGH. Como ejemplares reproductores, coloque en este acuario a dos hembras ''llenas'' y a dos presuntos machos.
El fondo del acuario estaba totalmente desprovisto de arena y sobre él únicamente había algunos trozos de tubos de cerámica y un gran manojo de Microsorium pteropus. Los peces se aclimataron muy pronto a su nuevo hogar, pero sin dar la más mínima señal de estar listos para desovar. Los machos se pasaban el día enfrentándose violentamente mientras las hembras conservaban una conducta totalmente pasiva. Al cabo de un tiempo empecé a temer que todo acabase en un gran combate y me decidí a poner en práctica un método. En él sepositaba todas mis esperanzas, es decir, la estimulación hormonal que tan buenos resultados me había dado ya con Acanthohthalamus myersi.
Para que pueda tener lugar el desove, es preciso que primero se produzca la ovulación y que después desciendan los huevos libremente hacia el tubo ovopositor. Muchas veces sucede que los llamados "peces problemáticos" no llegan a ovular en cautividad si no se les estimula mediante la inyección de hormonas. El asunto consiste en seleccionar aquellas hembras que ya estén físicamente en condiciones de desovar, e inyectarles gonadotrofina pura o una suspension de hipófisis de pez. Para facilitar la manipulacion de los ejemplares reproductores es muy útil sumergirlos previamente en un baño anestésico. El tiempo que pueda transcurrir desde la inyección hasta la ovulación es tremendamente variable, pero puede acortarse mucho elevando ligeramente la temperatura. A los ejemplares seleccionados para el experimento los coloqué en un pequeño acuario para más tarde hacerlos pasar, de uno en uno, por un pequeño recipiente de vidrio en el que había preparado el baño anestésico. Al cabo de tres minutos de permanencia en él ya no se movían lo más mínimo y se les podía manipular con toda facilidad. Tras inyectarles la gonadotrofina, volví a colocar a los cuatro ejemplares en el acuario de cría y se fueron directamente al fondo, donde permanecieron completamente inertes durante 5 minutos. Tuve mucho miedo de que no sobreviviesen, pero al cabo de 10 minutos ya se habían restablecido totalmente y rondaban por el acuario en busca de algun escondrijo. 90 minutos más tarde, cada uno de los cuatro peces tratados había abandonado su refugio y se dedicaba a inspeccionar el acuario. Yo me sentía muy feliz y, lleno de esperanza, me pasé todo el día sentado delante del acuario a ver que pasaba. Sin embargo, el desove seguía sin producirse. Por lo visto, la gonadotrofina que se emplea con los animales homeotermos no es apropiada para todos los peces.
Tras consultar nuevamente numerosa bibliografía, me decidí a experimentar con extracto de hipófisis. Lo ideal sería poder emplear la hipófisis de un ejemplar adulto de la misma especie, pero la escasa talla del Labeo bicolor dificultaría mucho la intervención. Gracias a un amigo mío, pescador aficionado, pude conseguir numerosas hipófisis de carpa para mi experimento y volví a iniciar todo el proceso (baño anestésico, inyección y traslado al acuario de cría). Las dosis que les administré eran las que habitualmente se emplean en las piscifactorias (3-5 mg./Kg).
![[Imagen: Kg5ymBz.jpg]](https://i.imgur.com/Kg5ymBz.jpg)
Los resultados fueron sorprendentes: una hora tras la inyección de hipófisis empezó a modificarse la coloración de los peces, haciéndose más clara en su parte anterior y más oscura en la posterior, mientras se intensificaba el color rojo de la cola. Los cuatro peces empezaron a recorrer nerviosamente todo el acuario y al cabo de cuatro horas comenzo la violenta danza nupcial, seguida de un rápido desove. Macho y hembra nadaban muy rápidamente uno al lado del otro, de repente se detenían y el macho abrazaba a su companera con la cola, de una manera similar a como lo hacen los barbos, para en ese momento producirse simultaneamente el desove y la fecundación de los huevos. Seguidamente la pareja se separaba por espacio de unos pocos minutos para luego desovar de nuevo. El desove se iniciaba siempre en el chorro de agua procedente del filtro, para continuar luego en cualquier otro punto del acuario.
![[Imagen: qt005CQ.jpg]](https://i.imgur.com/qt005CQ.jpg)
El hecho de que el tiempo transcurrido entre la inyección y el desove fuese siempre el mismo, me permitio concretar una fecha con mi amigo Zukal para que me visitase y pudiese fotografiar todo el proceso.
Los huevos depositados, en gran cantidad, tienen aproximadamente 1mm. de diámetro, son azulados, y no se adhieren a las superficies. Al cabo de unos 20 minutos se dilatan considerablemente hasta alcanzar 4-5mm., permaneciendo siempre en el fondo. Yo los succionaba con un tubo de goma para trasladarlos a un recipiente previamente acondicionado con agua más blanda que la del acuario de cria a pH 6,8 y 30°C. También les coloque una aireacion muy enérgica (difusor) para que los huevos circulasen por el agua en lugar de permanecer en el fondo. Tres horas mas tarde los observé a través del microscopio para comprobar si su desarrollo era correcto, como en efecto sucedió. A continuación dosifiqué el caudal de aire de modo que los huevos pudiesen quedarse en el fondo y extraje aquellos que no habían sido fecundados. La eclosion se produjo al cabo de 18 horas, con la aparición de unos diminutos alevines que fueron a colgarse de las paredes del acuario. A las 24 horas ya nadaban libremente, pero siempre cerca de las paredes. Su primer alimento fue a base de nauplios de Artemia salina y al cabo de pocos días ya estaban en condiciones de devorar pequeños Cyclops.
![[Imagen: 2lt0axe.jpg]](http://i58.tinypic.com/2lt0axe.jpg)
A los 14 dias empezaron a adquirir una tonalidad más oscura, pero la cola seguía siendo incolora. Mas tarde pude darles tubifex, observando que su crecimiento era relativamente rápida si se les proporcionaba una dieta abundante y variada. Al cabo de dos meses miden ya 4-5 cm. y tienen la misma coloración que los adultos.
Revista VIDA ACUATICA N°43 Septiembre 1983
Lo que me ha resultado muy, muy curioso, leyendo por internet sobre este pez, es que en 1996 se le consideraba extinto en estado salvaje
.
Despues parece que se ha encontrado alguna poblacion salvaje, aunque muy reducida. Todos los ejemplares que se venden proceden de cria en cautividad. Y aunque segun la IUCN se recomienda un plan urgente de recuperacion, parece ser que consideran que la genetica de estos peces de criadero no es demasiado buena como para usarlos en el plan de recuperacion.
Achacaban las causas de su desaparicion al exceso de extraccion de peces con destino al mercado acuaristico, pero ahora se considera que no es asi. Ahora lo achacan a la destruccion del habitat, contaminacion, desecacion, etc. Vaya, lo mismo que ocurre con muchas otras especies.
Como digo, me ha resultado muy chocante que un pez tan popular y que esta a la venta en practicamente todos los comercios, este casi extinto en estado salvaje. Ver para creer.
LA REPRODUCCION DE LABEO BICOLOR
B. Vajdak y R. Zukal
En el numero 26 de VIDA ACUATICA ofrecimos a nuestros lectores las interesantes experiencias efectuadas por Bohumil Vajdak y Rudolf Zukal respecto al empleo de hormonas para lograr la reproducción de Acanthophthalamus myersi. Hoy, estos dos expertos acuaristas checoslovacos nos ofrecen los resultados que han obtenido con un pez tan difícil y popular como es el Labeo bicolor.
Desde que en 1952 se importaron los primeros ejemplares procedentes de Thailandia, este hermoso pez de color negro mate con una llamativa cola roja ha gozado siempre de una gran aceptación por parte de los acuaristas. Habitualmente se cita una talla maxima de 12 cm., pero mis ejemplares reproductores son considerablemente mayores.
Algunos autores califican a Labeo bicolor como una especie arisca y pendenciera, pero también en este aspecto he de confesar que mis experiencias no corroboran este hecho.
Labeo bicolor necesita un acuario grande, con muchos escondrijos y con algunos espacios abiertos en los que poder nadar libremente. Es frecuente que los machos luchen entre si, pero siempre respetan a los peces de otras especies. Los escondrijos del acuario servirán tambien de refugio a las hembras que ya estén algo cansadas de las ''impertinencias'' de sus compañeros.
Actualmente hace ya mas de 9 años que me dedico a esta apasionante especie y, en ocasiones, he llegado a tener hasta 20 ejemplares. Hace 4 años decidí que ya era hora de hacer algo más que mantenerlos simplemente, y me puse a experimentar con ellos. Durante mucho tiempo tuve solo hembras (sus grandes y abultados vientres no dejaban lugar a dudas acerca del sexo al que pertenecían), y que llegaron a medir 18-20cm., planteándoseme grandes problemas para conseguir ejemplares de su misma talla pero con el vientre liso, es decir, presuntos machos. Que yo sepa, no existe otra forma de diferenciar los sexos, y en algunas ocasiones me ha sucedido que tras unos meses de tener a estos machos en mi acuario de 700 litros......se han puesto a desovar frustrando todas mis esperanzas. Finalmente, tuve la ocasion de conseguir cuatro ejemplares de gran tamaño a cambio de 10 jovenes, y tres de estos cuatro resultaron ser efectivamente machos.
Tras un corto periodo de aclimatación, empezaron los preparativos para la reproducción. Segun los datos de los que yo disponia, Labeo bicolor vive en arroyos y riachuelos de curso rápido en los que el agua tiene una dureza muy escasa y un nivel de pH que va desde el neutro hasta una alcalinidad moderada. Teniendo en cuenta todo esto, prepare un acuario de 150cm. de longitud y en el que el agua, impulsada por una bomba, procedía directamente del grifo. La temperatura la mantuve constantemente a 30°C., siendo el pH de 7,2 y la dureza de aproximadamente 12°dGH. Como ejemplares reproductores, coloque en este acuario a dos hembras ''llenas'' y a dos presuntos machos.
El fondo del acuario estaba totalmente desprovisto de arena y sobre él únicamente había algunos trozos de tubos de cerámica y un gran manojo de Microsorium pteropus. Los peces se aclimataron muy pronto a su nuevo hogar, pero sin dar la más mínima señal de estar listos para desovar. Los machos se pasaban el día enfrentándose violentamente mientras las hembras conservaban una conducta totalmente pasiva. Al cabo de un tiempo empecé a temer que todo acabase en un gran combate y me decidí a poner en práctica un método. En él sepositaba todas mis esperanzas, es decir, la estimulación hormonal que tan buenos resultados me había dado ya con Acanthohthalamus myersi.
Para que pueda tener lugar el desove, es preciso que primero se produzca la ovulación y que después desciendan los huevos libremente hacia el tubo ovopositor. Muchas veces sucede que los llamados "peces problemáticos" no llegan a ovular en cautividad si no se les estimula mediante la inyección de hormonas. El asunto consiste en seleccionar aquellas hembras que ya estén físicamente en condiciones de desovar, e inyectarles gonadotrofina pura o una suspension de hipófisis de pez. Para facilitar la manipulacion de los ejemplares reproductores es muy útil sumergirlos previamente en un baño anestésico. El tiempo que pueda transcurrir desde la inyección hasta la ovulación es tremendamente variable, pero puede acortarse mucho elevando ligeramente la temperatura. A los ejemplares seleccionados para el experimento los coloqué en un pequeño acuario para más tarde hacerlos pasar, de uno en uno, por un pequeño recipiente de vidrio en el que había preparado el baño anestésico. Al cabo de tres minutos de permanencia en él ya no se movían lo más mínimo y se les podía manipular con toda facilidad. Tras inyectarles la gonadotrofina, volví a colocar a los cuatro ejemplares en el acuario de cría y se fueron directamente al fondo, donde permanecieron completamente inertes durante 5 minutos. Tuve mucho miedo de que no sobreviviesen, pero al cabo de 10 minutos ya se habían restablecido totalmente y rondaban por el acuario en busca de algun escondrijo. 90 minutos más tarde, cada uno de los cuatro peces tratados había abandonado su refugio y se dedicaba a inspeccionar el acuario. Yo me sentía muy feliz y, lleno de esperanza, me pasé todo el día sentado delante del acuario a ver que pasaba. Sin embargo, el desove seguía sin producirse. Por lo visto, la gonadotrofina que se emplea con los animales homeotermos no es apropiada para todos los peces.
Tras consultar nuevamente numerosa bibliografía, me decidí a experimentar con extracto de hipófisis. Lo ideal sería poder emplear la hipófisis de un ejemplar adulto de la misma especie, pero la escasa talla del Labeo bicolor dificultaría mucho la intervención. Gracias a un amigo mío, pescador aficionado, pude conseguir numerosas hipófisis de carpa para mi experimento y volví a iniciar todo el proceso (baño anestésico, inyección y traslado al acuario de cría). Las dosis que les administré eran las que habitualmente se emplean en las piscifactorias (3-5 mg./Kg).
Los resultados fueron sorprendentes: una hora tras la inyección de hipófisis empezó a modificarse la coloración de los peces, haciéndose más clara en su parte anterior y más oscura en la posterior, mientras se intensificaba el color rojo de la cola. Los cuatro peces empezaron a recorrer nerviosamente todo el acuario y al cabo de cuatro horas comenzo la violenta danza nupcial, seguida de un rápido desove. Macho y hembra nadaban muy rápidamente uno al lado del otro, de repente se detenían y el macho abrazaba a su companera con la cola, de una manera similar a como lo hacen los barbos, para en ese momento producirse simultaneamente el desove y la fecundación de los huevos. Seguidamente la pareja se separaba por espacio de unos pocos minutos para luego desovar de nuevo. El desove se iniciaba siempre en el chorro de agua procedente del filtro, para continuar luego en cualquier otro punto del acuario.
El hecho de que el tiempo transcurrido entre la inyección y el desove fuese siempre el mismo, me permitio concretar una fecha con mi amigo Zukal para que me visitase y pudiese fotografiar todo el proceso.
Los huevos depositados, en gran cantidad, tienen aproximadamente 1mm. de diámetro, son azulados, y no se adhieren a las superficies. Al cabo de unos 20 minutos se dilatan considerablemente hasta alcanzar 4-5mm., permaneciendo siempre en el fondo. Yo los succionaba con un tubo de goma para trasladarlos a un recipiente previamente acondicionado con agua más blanda que la del acuario de cria a pH 6,8 y 30°C. También les coloque una aireacion muy enérgica (difusor) para que los huevos circulasen por el agua en lugar de permanecer en el fondo. Tres horas mas tarde los observé a través del microscopio para comprobar si su desarrollo era correcto, como en efecto sucedió. A continuación dosifiqué el caudal de aire de modo que los huevos pudiesen quedarse en el fondo y extraje aquellos que no habían sido fecundados. La eclosion se produjo al cabo de 18 horas, con la aparición de unos diminutos alevines que fueron a colgarse de las paredes del acuario. A las 24 horas ya nadaban libremente, pero siempre cerca de las paredes. Su primer alimento fue a base de nauplios de Artemia salina y al cabo de pocos días ya estaban en condiciones de devorar pequeños Cyclops.
A los 14 dias empezaron a adquirir una tonalidad más oscura, pero la cola seguía siendo incolora. Mas tarde pude darles tubifex, observando que su crecimiento era relativamente rápida si se les proporcionaba una dieta abundante y variada. Al cabo de dos meses miden ya 4-5 cm. y tienen la misma coloración que los adultos.
Revista VIDA ACUATICA N°43 Septiembre 1983
Lo que me ha resultado muy, muy curioso, leyendo por internet sobre este pez, es que en 1996 se le consideraba extinto en estado salvaje
.Despues parece que se ha encontrado alguna poblacion salvaje, aunque muy reducida. Todos los ejemplares que se venden proceden de cria en cautividad. Y aunque segun la IUCN se recomienda un plan urgente de recuperacion, parece ser que consideran que la genetica de estos peces de criadero no es demasiado buena como para usarlos en el plan de recuperacion.
Achacaban las causas de su desaparicion al exceso de extraccion de peces con destino al mercado acuaristico, pero ahora se considera que no es asi. Ahora lo achacan a la destruccion del habitat, contaminacion, desecacion, etc. Vaya, lo mismo que ocurre con muchas otras especies.
Como digo, me ha resultado muy chocante que un pez tan popular y que esta a la venta en practicamente todos los comercios, este casi extinto en estado salvaje. Ver para creer.
