Releyendo las viejas revistas de acuariofila en busca de articulos interesantes, pese al paso de los años, he encontrado un articulo sobre este curioso pez. Muchos de los peces raros hace 30 años, hoy son frecuentes en el acuarismo. Pero este pez parece que no se ha hecho tan frecuente como otros. Os pongo el articulo por si lo veis interesante.
CHACA CHACA, UN PEZ DE ASPECTO ALUCINANTE
Por: Enrique Dauner
Foto: H.J. Richter
Hoy en día existe un considerable número de peces de agua dulce que se crían por millones en los viveros del Sudeste asiático para abastecer el mercado acuarístico mundial. Sin embargo, el número de especies ''de consumo'' que se destinan normalmente al aficionado medio es francamente limitado. Así hemos podido ir observando como a lo largo de los últimos años se han ido vulgarizando cada vez más aquellos peces que hace solo un par de décadas hicieron furor entre los acuaristas mas expertos y prestigiosos del mundo entero.
De vez en cuando, hacen su entrada en escena especies nuevas o redescubiertas para los aficionados, que son como una inyección de optimismo para los que opinaban que ya estaba todo controlado y cuadriculado. Por lo general, se trata de peces poco apropiados para los principiantes, pero de gran interés para los acuaristas más avanzados. Uno de estos es el Chaca chaca. Probablemente serán muy pocos los lectores que conociesen ya la existencia de este curiosísimo pez procedente de las aguas interiores de Sumatra, y poca será la bibliografía a la que puedan remitirse los que quieran profundizar algo más en el conocimiento de este extraño silúrido.
Son muy pocos los Chaca chaca que llegan a Europa en las importaciones procedentes de Indonesia, y nuestro buen amigo H.J. Richter, de Leipzig, es uno de los afortunados poseedores de esta especie. A él le debemos las magníficas fotografías en las que podemos observar a este monstruito en todo su esplendor. No es fácil llegar a acomodar a los Chaca chaca en un acuario comunitario y decorativo, pues son unos peces acostumbrados a unas aguas realmente particulares: turbias, con abundante materia orgánica en suspensión y un elevado contenido de oxígeno. Si este último desciende lo más mínimo, nuestro pez sacará inmediatamente su ancha cabezota fuera del agua y empezará a dar unas grandes bocanadas, capaces de angustiar a cualquiera. Poco a poco se les puede ir acostumbrando al agua limpia y filtrada que sale de los modernos filtros a turbina, pero con la condición de que esté fuertemente oxigenada. En 1973, los problemas que presentaba el cuidado de Chaca chaca eran tales, que aún no se había conseguido ni siquiera que se llegasen a alimentar en cautividad. Como casi siempre, fueron los acuaristas alemanes los que empezaron a experimentar con los escasos ejemplares que les llegaban. Se les ofrecía tubifex, lombrices de tierra, algas, lechuga hervida, trozos de pescado, larvas de mosquito, pastillas de alimento seco concentrado, etc. Incluso hubo quien creyó que su enorme boca les debía servir para ingerir grandes cantidades de minúsculos seres acuaticos (como lo hacen las ballenas y los peces espatula) y los introducían en acuarios saturados de Daphnia y Cyclops. Todos los esfuerzos eran en vano, y los hermosos y caros ejemplares de Chaca chaca no llegaban a sobrevivir mas de un par de semanas.
Los intentos que siguieron haciéndose a lo largo de los años 70 fueron tan infructuosos como los primeros. Ya casi se estaba acabando la década, cuando se continuaba con la idea de que eran peces eminentemente filtradores y que lo único que sucedía era que no se llegaba a acertar con el tipo de alimento que se les tenía que dar para que lo ''filtrasen''. Pero como suele suceder casi siempre, la solución apareció por casualidad y cuando menos se esperaba hallarla. Fue un alemán llamado Wolfgang Wentzek, que tenía un Chaca chaca de mas de 20cm., solo en un acuario y efectuando la habitual huelga de hambre. Tan lastimoso debia ser el estado del pobre pez, que Herr Wentzek no dudó ni un instante en colocar una docena de jóvenes Cichlasoma nigrofasciatum de unos tres centimetros de longitud en compañia del triste y prácticamente deshauciado silurido. Durante los tres primeros dias no sucedió nada, pero al amanecer del cuarto quedaban tan sólo tres Cichlasoma en compañía de un rollizo Chaca chaca.
Así fue como en 1979 se comprobó que, al menos en cautividad, los Chaca chaca pueden alimentarse muy bien succionando crías de otros peces por su enorme bocaza. El primer paso ya está dado, y estos curiosos peces ya podrán ser alimentados correctamente. Ahora nos queda el problema de obtener su reproducción, lo cual puede tardar algun tiempo en resolverse. De momento se sabe ya que existe un ligero dimorfismo sexual, y que las hembras tienen una coloración ligeramente mas rojiza que los machos, pudiéndose palpar claramente los huevos si se pasa la mano por el abdomen de una que este "llena".
Se puede ver por lo tanto, que todavía no está todo hecho en el campo de la acuicultura de agua dulce (en la marina estamos como quien dice "en pañales"...) y que este pez de forma triangular, midiendo unos 20 x 20 x 7 cm. y con su aspecto tan robusto es, hoy por hoy, uno de los peces-problema mas delicados con los que nos podemos enfrentar.
El desafio esta ahí. ¿Quien se atreve a pedir que le traigan unos ejemplares en la proxima importación de Singapur? Quizá dentro de unos años sean los Chaca chaca más comunes que las Corydoras...
Revista VIDA ACUATICA N° 43 Septiembre 1983
Os añado un video que he encontrado para que veais como las gasta el Chaca chaca este.
CHACA CHACA, UN PEZ DE ASPECTO ALUCINANTE
Por: Enrique Dauner
Foto: H.J. Richter
Hoy en día existe un considerable número de peces de agua dulce que se crían por millones en los viveros del Sudeste asiático para abastecer el mercado acuarístico mundial. Sin embargo, el número de especies ''de consumo'' que se destinan normalmente al aficionado medio es francamente limitado. Así hemos podido ir observando como a lo largo de los últimos años se han ido vulgarizando cada vez más aquellos peces que hace solo un par de décadas hicieron furor entre los acuaristas mas expertos y prestigiosos del mundo entero.
De vez en cuando, hacen su entrada en escena especies nuevas o redescubiertas para los aficionados, que son como una inyección de optimismo para los que opinaban que ya estaba todo controlado y cuadriculado. Por lo general, se trata de peces poco apropiados para los principiantes, pero de gran interés para los acuaristas más avanzados. Uno de estos es el Chaca chaca. Probablemente serán muy pocos los lectores que conociesen ya la existencia de este curiosísimo pez procedente de las aguas interiores de Sumatra, y poca será la bibliografía a la que puedan remitirse los que quieran profundizar algo más en el conocimiento de este extraño silúrido.
Son muy pocos los Chaca chaca que llegan a Europa en las importaciones procedentes de Indonesia, y nuestro buen amigo H.J. Richter, de Leipzig, es uno de los afortunados poseedores de esta especie. A él le debemos las magníficas fotografías en las que podemos observar a este monstruito en todo su esplendor. No es fácil llegar a acomodar a los Chaca chaca en un acuario comunitario y decorativo, pues son unos peces acostumbrados a unas aguas realmente particulares: turbias, con abundante materia orgánica en suspensión y un elevado contenido de oxígeno. Si este último desciende lo más mínimo, nuestro pez sacará inmediatamente su ancha cabezota fuera del agua y empezará a dar unas grandes bocanadas, capaces de angustiar a cualquiera. Poco a poco se les puede ir acostumbrando al agua limpia y filtrada que sale de los modernos filtros a turbina, pero con la condición de que esté fuertemente oxigenada. En 1973, los problemas que presentaba el cuidado de Chaca chaca eran tales, que aún no se había conseguido ni siquiera que se llegasen a alimentar en cautividad. Como casi siempre, fueron los acuaristas alemanes los que empezaron a experimentar con los escasos ejemplares que les llegaban. Se les ofrecía tubifex, lombrices de tierra, algas, lechuga hervida, trozos de pescado, larvas de mosquito, pastillas de alimento seco concentrado, etc. Incluso hubo quien creyó que su enorme boca les debía servir para ingerir grandes cantidades de minúsculos seres acuaticos (como lo hacen las ballenas y los peces espatula) y los introducían en acuarios saturados de Daphnia y Cyclops. Todos los esfuerzos eran en vano, y los hermosos y caros ejemplares de Chaca chaca no llegaban a sobrevivir mas de un par de semanas.
Los intentos que siguieron haciéndose a lo largo de los años 70 fueron tan infructuosos como los primeros. Ya casi se estaba acabando la década, cuando se continuaba con la idea de que eran peces eminentemente filtradores y que lo único que sucedía era que no se llegaba a acertar con el tipo de alimento que se les tenía que dar para que lo ''filtrasen''. Pero como suele suceder casi siempre, la solución apareció por casualidad y cuando menos se esperaba hallarla. Fue un alemán llamado Wolfgang Wentzek, que tenía un Chaca chaca de mas de 20cm., solo en un acuario y efectuando la habitual huelga de hambre. Tan lastimoso debia ser el estado del pobre pez, que Herr Wentzek no dudó ni un instante en colocar una docena de jóvenes Cichlasoma nigrofasciatum de unos tres centimetros de longitud en compañia del triste y prácticamente deshauciado silurido. Durante los tres primeros dias no sucedió nada, pero al amanecer del cuarto quedaban tan sólo tres Cichlasoma en compañía de un rollizo Chaca chaca.
Así fue como en 1979 se comprobó que, al menos en cautividad, los Chaca chaca pueden alimentarse muy bien succionando crías de otros peces por su enorme bocaza. El primer paso ya está dado, y estos curiosos peces ya podrán ser alimentados correctamente. Ahora nos queda el problema de obtener su reproducción, lo cual puede tardar algun tiempo en resolverse. De momento se sabe ya que existe un ligero dimorfismo sexual, y que las hembras tienen una coloración ligeramente mas rojiza que los machos, pudiéndose palpar claramente los huevos si se pasa la mano por el abdomen de una que este "llena".
Se puede ver por lo tanto, que todavía no está todo hecho en el campo de la acuicultura de agua dulce (en la marina estamos como quien dice "en pañales"...) y que este pez de forma triangular, midiendo unos 20 x 20 x 7 cm. y con su aspecto tan robusto es, hoy por hoy, uno de los peces-problema mas delicados con los que nos podemos enfrentar.
El desafio esta ahí. ¿Quien se atreve a pedir que le traigan unos ejemplares en la proxima importación de Singapur? Quizá dentro de unos años sean los Chaca chaca más comunes que las Corydoras...
Revista VIDA ACUATICA N° 43 Septiembre 1983
Os añado un video que he encontrado para que veais como las gasta el Chaca chaca este.