[Paquetovich]

Buenas, os quería preguntar por aquellos inquilinos que tenéis en los acuarios que podemos pensar que no son muy espabilados. Seguro que todos tenemos alguna historia.

Un día me regalaron un caracol para una paridera. Al tiempo, apareció otro (de la nada) que metí en otro acuario. Esta semana había como cien caracoles pequeñitos, planorbis creo que se llaman. Como el acuario sólo tiene una planta en un lado, cuatro rocas y un palo en U, he decidido quitarlos. El palo estaba lleno y se que es la casa habitual de los otocinclus. Cojo el palo, lo empiezo a sacar del agua moviendolo para que salgan los bichos (que podían darse cuenta a la primera) y salen como locos de su casa. Lo saco del agua, le doy la vuelta encima del acuario, unos golpes y listo, para el barreño. Voy a la cocina con el palo FUERA del agua y cuando le meto el chorro de agua, ¿qué cae? Un otocinclus gordo como un gorrino. Por suerte el fregadero no estaba limpio del todo, así que se ha caido en una sartén. Rápidamente he cogido un vaso y lo he devuelto al acuario. Debe llevar toda la tarde contando la experiencia 

¿A vosotros os pasan cosas como estas o todas las cosas raras me pasan a mí?

[Link69]

En mi caso el betta y una rasbora maculata. Están empanados y son los últimos en salir a comer. Muchas veces me hacen volver a echar comida para que pillen algo. Uno durmiendo y otro empanado detrás de un tronco, es la tónica diaria jajaja

[Jero.Madrid]

Buenas, os quería preguntar por aquellos inquilinos que tenéis en los acuarios que podemos pensar que no son muy espabilados. Seguro que todos tenemos alguna historia.

Un día me regalaron un caracol para una paridera. Al tiempo, apareció otro (de la nada) que metí en otro acuario. Esta semana había como cien caracoles pequeñitos, planorbis creo que se llaman. Como el acuario sólo tiene una planta en un lado, cuatro rocas y un palo en U, he decidido quitarlos. El palo estaba lleno y se que es la casa habitual de los otocinclus. Cojo el palo, lo empiezo a sacar del agua moviendolo para que salgan los bichos (que podían darse cuenta a la primera) y salen como locos de su casa. Lo saco del agua, le doy la vuelta encima del acuario, unos golpes y listo, para el barreño. Voy a la cocina con el palo FUERA del agua y cuando le meto el chorro de agua, ¿qué cae? Un otocinclus gordo como un gorrino. Por suerte el fregadero no estaba limpio del todo, así que se ha caido en una sartén. Rápidamente he cogido un vaso y lo he devuelto al acuario. Debe llevar toda la tarde contando la experiencia 

¿A vosotros os pasan cosas como estas o todas las cosas raras me pasan a mí?

A mi me ha pasado esto alguna vez con los otos, hay que andarse con ojo. El mio se tiró sus 10 minutos encima de una mesa de cristal,menos mal que había un poco de charco y el jodio sobrevivió y ahí sigue.