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08-12-2015, 12:11 PM
Es evidente que la acuariofilia es multidisciplinar pero cuando hablamos de programar nuestros propios sistemas de control, entramos en un nivel de complejidad técnica que puede superar las capacidades de muchos aficionados sin una preparación técnica especializada. ¿Entonces por qué molestarse? realmente merece la pena?
No hay muchos aficionados a la acuariofilia, por ello la ley de la oferta y la demanda no nos beneficia. Los que nos complicamos la vida con ciertos temas no hacemos estas cosas solo porque nos guste el brico, la electrónica y la programación.
De hecho, todo ello suponen una dedicación bastante importante, pero a nivel de comunidad de aficionados a la acuariofilia necesitamos alcanzar ciertas cotas de autosuficiencia para lograr equipos que nos permitan hacer aquellas cosas que el mercado no ofrece o lo hace a un precio muy alto o con insuficiente calidad.
Lo bueno que tiene la programación, es que hecho el esfuerzo una vez, un gran número de gente se puede beneficiar de ella, y se puede convertir un hardware relativamente sencillo en un sistema con capacidades sorprendentes.
Lo que me gusta de Arduino es que es un sistema con posibilidades de dotar de esa inteligencia a cualquier equipo.
Últimamente tengo en la cabeza hacer un sistema de cambios parciales de agua más o menos automatizado y finalmente he usado un acelerómetro como indicador de nivel de acuario. Este es uno de los sensores claves en construcción de drones (y de tablets, etc.) y casualmente hay un vídeo que ilustra de forma brillante lo que puede hacer un hardware sencillito gracias al trabajo de unos programadores que están al más alto nivel.
El hardware son: cuatro motores, varios sensores, un procesador, una batería, una carcasa y no hay mucho más.
El software, hace uso de algoritmos matemáticos nada triviales y es lo que hace del cacharo algo espectacular. A poco que os gusten estos temas técnicos el vídeo os va a encantar.
Raffaello D'Andrea: Raffaello D'Andrea: La asombrosa potencia atlética de los cuadricópteros.
No hay muchos aficionados a la acuariofilia, por ello la ley de la oferta y la demanda no nos beneficia. Los que nos complicamos la vida con ciertos temas no hacemos estas cosas solo porque nos guste el brico, la electrónica y la programación.
De hecho, todo ello suponen una dedicación bastante importante, pero a nivel de comunidad de aficionados a la acuariofilia necesitamos alcanzar ciertas cotas de autosuficiencia para lograr equipos que nos permitan hacer aquellas cosas que el mercado no ofrece o lo hace a un precio muy alto o con insuficiente calidad.
Lo bueno que tiene la programación, es que hecho el esfuerzo una vez, un gran número de gente se puede beneficiar de ella, y se puede convertir un hardware relativamente sencillo en un sistema con capacidades sorprendentes.
Lo que me gusta de Arduino es que es un sistema con posibilidades de dotar de esa inteligencia a cualquier equipo.
Últimamente tengo en la cabeza hacer un sistema de cambios parciales de agua más o menos automatizado y finalmente he usado un acelerómetro como indicador de nivel de acuario. Este es uno de los sensores claves en construcción de drones (y de tablets, etc.) y casualmente hay un vídeo que ilustra de forma brillante lo que puede hacer un hardware sencillito gracias al trabajo de unos programadores que están al más alto nivel.
El hardware son: cuatro motores, varios sensores, un procesador, una batería, una carcasa y no hay mucho más.
El software, hace uso de algoritmos matemáticos nada triviales y es lo que hace del cacharo algo espectacular. A poco que os gusten estos temas técnicos el vídeo os va a encantar.
Raffaello D'Andrea: Raffaello D'Andrea: La asombrosa potencia atlética de los cuadricópteros.