Durante el ciclado de nuestro tanque, al introducir roca nueva o simplemente al adquirir un nuevo coral, solemos observar nuevos inquilinos que no siempre somos capaces de identificar. En este post intentaremos recopilar la información existente sobre los inquilinos sorpresa más habituales. La dinámica que usaremos será la de dar una breve descripción de lo que se observa para luego dar las posibles soluciones.
Un bichito parecido a una cochinilla, pequeños cilindros o «bolsitas» blancas con pelitos en su extremo, un pequeño animalito que corretea por los cristales… ¿Qué es? ¿Es bueno? ¿Lo saco? ¿Dañará a mis peces o corales?
Todos sabemos que el agua del acuario se evapora; lo tenemos asumido como una parte del ciclo natural del agua. El calor del sol provoca que se evapore agua de los océanos, mares, lagos, etc. Este vapor asciende hasta las nubes, donde se acumula y vuelve a la tierra en forma de lluvia.
Pero ¿en qué consiste exactamente? ¿Qué factores influyen en la evaporación? ¿En qué nos afecta como acuaristas?
La evaporación es el proceso por el cual las moléculas en estado líquido pasan a estado gaseoso espontáneamente, y es el fenómeno opuesto a la condensación.
Todos los líquidos se evaporan, pero no lo hacen a la misma velocidad. El aceite de cocina, por ejemplo, lo hace mucho mas despacio que el agua; aunque, en general, es un proceso bastante lento.
Para que las moléculas de un líquido se evaporen deben estar cerca de la superficie, moverse en la dirección apropiada y tener energía cinética suficiente para vencer las fuerzas que las unen entre sí (fuerza intermolecular). Solo una pequeña parte de las moléculas cumple estos requisitos, por eso los líquidos se evaporan lentamente. Esta energía cinética la adquieren con el movimiento, chocando unas con otras hasta adquirir la energía calórica necesaria para convertirse en vapor.
Como vimos antes, no todos los líquidos se evaporan a la misma velocidad, debido a que tienen una tasa de evaporación diferente. Dicha tasa se ve influenciada por varios factores:
La temperatura:
La energía cinética de una molécula es proporcional a su temperatura, por lo cual la evaporación se produce más deprisa según se aumenta la temperatura. La temperatura del aire también influye en la tasa de evaporación: el aire caliente admitirá más vapor antes de saturarse que el aire frío. Esto está directamente relacionado con la humedad relativa del aire.
La humedad:
Si el aire ya tiene una concentración alta del líquido que se evapora (agua), dicho líquido se evaporará más lentamente. Por ejemplo, en los países tropicales el aire esta muy caliente y por eso la humedad es muy alta, por consiguiente la tasa de evaporación es menor que en un ambiente seco.