Cómo sexar Mikrogeophagus ramirezi

Por Vikt

Antes de nada, quisiera recalcar dos puntos: primero, voy a dar las pautas en bases a las cuales yo me baso (y la gran mayoría de la gente) al intentar discernir el sexo de esta especie (conocida entre otras cosas por las dificultades que presentan en su distinción). Y segundo, puesto que no son verdades universales, hay algunos casos en los que una o algunas de dichas pautas no se cumplen para un ejemplar con cuyo sexo sí debería presentarse.

Fotografía de karo

Dicho esto, vamos a comenzar con la coloración normal:

En ella se presentan las características del dimorfismo sexual que casi todos habréis leído por ahí.
El macho, en estado adulto, presenta ligeramente mayor tamaño que la hembra, sin olvidar que ésta, aun siendo más pequeña, presenta una forma corporal más redondeada, mientras que el macho se ve algo más alargado y con el vientre menos redondo.
Cuando los ejemplares se encuentran cerca de realizar alguna puesta, es cuando podremos distinguir con mayor facilidad cualquier diferencia entre ellos, ya que nos mostrarén todo su colorido y morfología de forma potencial.
Es en este momento cuando podremos distinguir, como rasgo definitorio, el ovopositor que presenta la hembra en su zona genital, listo para la inminente puesta de los huevos.

En machos podemos distinguir, normalmente sin problemas, que el tamaño de los 3 primeros radios de la aleta dorsal suele ser bastante más alargado que el resto de la aleta, mientras que en las hembras normalmente estos radios se quedan planos en la horizontal, pudiendo también desarrollarse algo más que el resto, pero no de forma tan significativa.

Fotografía de danidhsm

Continuando con la aleta dorsal, vemos que en machos suele terminar de forma puntiaguda, siendo de mayor tamaño que la dorsal de las hembras, que como norma general, presentan una dorsal menos desarrollada y más redondeada.

Leer más

Plantas flotantes como bioindicadores

Por Jero.Madrid

Casi todas las plantas flotantes son grandes consumidoras de nitrógeno y se desarrollarán de una manera u otra en función de la cantidad que tengan disponible en el medio (además de otros nutrientes, luz y humedad).

Es relativamente sencillo saber si tenemos el acuario demasiado cargado (ya sea por demasiada alimentación, escasa filtración, abonado incorrecto) solo con observar estas plantas. Los indicadores más sencillos son:

Longitud y grosor de las raíces: En situación de alta concentración de nitrógeno suelen desarrollar raíces mucho más largas y más gruesas. Por tanto, si las raíces ya llegan casi al fondo del acuario o son gruesas como las de una planta terrestre, es muy probable que haya una carga considerable de nitrógeno en el medio.

Fotografía de Flo501

Color y tamaño de las hojas: Funciona muy bien con plantas flotantes de color verde, como el Limnobium y la lenteja de agua, por ejemplo. A más concentración de nitrógeno, más verdes serán las hojas, y viceversa. Si en tu acuario las hojas son de color verde «Hulk-fosforito», probablemente tengas valores elevados de compuestos nitrogenados. De igual forma sucede con el tamaño, ya que las plantas se desarrollarán de forma más grande en ambientes ricos en nutrientes, aunque en este punto entran también en juego las condiciones de iluminación.

Velocidad de propagación: También muy sencillo de observar. Estas plantas disparan su propagación en medios con mucho nutriente, y será mucho más contenido en situaciones de ausencia o escasez. Si te vas tres días de puente de casa y las flotantes te colonizan la superficie, es habitual pensar en un exceso de carga orgánica y compuestos nitrógenados en general. Son plantas que, si están sanas, no van a dejar de multiplicarse incluso con muy poca cantidad de nitrógeno en el agua, pero por debajo de unos 5 ppm de NO3 el crecimiento es mucho más contenido.

Fotografía de Athos

Leer más