#1
11-01-2020, 02:16 AM
Buenas noches.
Después de mucho tiempo, abro un hilo nuevo con vistas a alargarse bastante. Espero que os guste y se le pueda sacar un buen partido sobre qué cosas se deben hacer, y qué no se debe hacer.
Por entrar en antecedentes:
Mi acuario es un cubo de 60L. Bien plantado con ambulias, musgos, tripartita, vallisnerias, cryptocorines de distintas especies, helechos, althernatheras (que hoy están en horas muy bajas), un bosque de bucephalandra,... en definitiva, bien servido. Pero la masa vegetal (y las plagas de algas cladophoras o similares) la abordaremos otro día, porque hoy vengo a hablar de enfermedades.
El filtrado lo lleva a cabo un Eheim 2211 que funciona como recien comprado, proveniente de un acuario 20L anterior, aunque soy consciente que la capacidad filtrante que proporciona es algo justa para un 60L. Dentro va Siphorax mezclado con canutillos más normales, perlón y foam. El material filtrante tiene ya sus años (pero muchos, eh, aunque he ido renovando parcialmente) con lo que hay una colonia perfectamente consolidada y establecida. Para ayudar al movimiento de superficie y evitar grasa (y por motivos que explicaré a continuación) recientemente he añadido un oxigenador APump de Aqualight, para tanques de hasta 100 o 150L.
El sustrato tiene el mismo tiempo que el montaje del cubo, unos dos años y algo. Es una fina cama de aquabasis plus, y separado por malla mosquitera, manado y akadama (ambos saturados al inicio) en proporcion 80/90 - 20/10. Sospecho que las plantas empezaron a nutrirse del aquabasis hace menos de un año, ya que las ambulias y las vallisnerias ahora son una autentica (y pesada) plaga de la que no me puedo deshacer.
Repartido por ahi, tengo madera de brezo, roca dragon y roca seiryu. Entre los parámetros tengo un pH de 7.2 aprox, que limita la disolución de la seiryu, manteniéndose por tanto estables el KH (4/4.5) y el GH (7.5/8). Además, los nitratos suelen estar en valores mínimos (2 o menos) dado que las plantas lo secuestran todo. Recientemente me he cerciorado que NH3 y NO2 esten a cero, aunque tengo que renovar los tests para mayor fiabilidad (están caducados y puedendar falsos negativos). Aunque en el pasado, durante el inicio y primer semestre, adité NPK's y CO2 con levadura, hoy en día no meto nada, aunque reconsideraré sulfato potásico en un futuro para ayudar a los helechos de java. Por ello PO4 se mantienen en 0 (lo poco que hay se consume). La luz no es poca. Una pantalla nano blau 2.0 para dulce, con algún led rojo, 11W y unos 800-900 lumens, y una Chihiros A401plus de luz blanca de unos 4000lm que va de fábula.
Después de mucho tiempo, abro un hilo nuevo con vistas a alargarse bastante. Espero que os guste y se le pueda sacar un buen partido sobre qué cosas se deben hacer, y qué no se debe hacer.
Por entrar en antecedentes:
Mi acuario es un cubo de 60L. Bien plantado con ambulias, musgos, tripartita, vallisnerias, cryptocorines de distintas especies, helechos, althernatheras (que hoy están en horas muy bajas), un bosque de bucephalandra,... en definitiva, bien servido. Pero la masa vegetal (y las plagas de algas cladophoras o similares) la abordaremos otro día, porque hoy vengo a hablar de enfermedades.
El filtrado lo lleva a cabo un Eheim 2211 que funciona como recien comprado, proveniente de un acuario 20L anterior, aunque soy consciente que la capacidad filtrante que proporciona es algo justa para un 60L. Dentro va Siphorax mezclado con canutillos más normales, perlón y foam. El material filtrante tiene ya sus años (pero muchos, eh, aunque he ido renovando parcialmente) con lo que hay una colonia perfectamente consolidada y establecida. Para ayudar al movimiento de superficie y evitar grasa (y por motivos que explicaré a continuación) recientemente he añadido un oxigenador APump de Aqualight, para tanques de hasta 100 o 150L.
El sustrato tiene el mismo tiempo que el montaje del cubo, unos dos años y algo. Es una fina cama de aquabasis plus, y separado por malla mosquitera, manado y akadama (ambos saturados al inicio) en proporcion 80/90 - 20/10. Sospecho que las plantas empezaron a nutrirse del aquabasis hace menos de un año, ya que las ambulias y las vallisnerias ahora son una autentica (y pesada) plaga de la que no me puedo deshacer.
Repartido por ahi, tengo madera de brezo, roca dragon y roca seiryu. Entre los parámetros tengo un pH de 7.2 aprox, que limita la disolución de la seiryu, manteniéndose por tanto estables el KH (4/4.5) y el GH (7.5/8). Además, los nitratos suelen estar en valores mínimos (2 o menos) dado que las plantas lo secuestran todo. Recientemente me he cerciorado que NH3 y NO2 esten a cero, aunque tengo que renovar los tests para mayor fiabilidad (están caducados y puedendar falsos negativos). Aunque en el pasado, durante el inicio y primer semestre, adité NPK's y CO2 con levadura, hoy en día no meto nada, aunque reconsideraré sulfato potásico en un futuro para ayudar a los helechos de java. Por ello PO4 se mantienen en 0 (lo poco que hay se consume). La luz no es poca. Una pantalla nano blau 2.0 para dulce, con algún led rojo, 11W y unos 800-900 lumens, y una Chihiros A401plus de luz blanca de unos 4000lm que va de fábula.
![[Imagen: jqMRQMF.jpg]](https://i.imgur.com/jqMRQMF.jpg)
Acuario a los pocos meses de vida
Ahora que os puse en contexto, al meollo.
Históricamente este cubo fue un gambario + microrasboras (Danio margaritatus). Con el tiempo las neocaridinas crecieron y los danios fueron muriendo. Más tarde, los peces encontraron una estabilidad y las gambas empezaron a cascar. Al final todo se fue al carajo sin saber bien las causas (aunque la raíz vino de un cuidado y atención MUY deficiente hacia el acuario, seguro, de difícil solución cuando le vi la boca al lobo). Entre medias también metí caracoles (Planorbis, Neritinas y Melanoides). Los Neritinas no aguantaron demasiado (por pH y sales), los Planorbis prosperaron y los Melanoides… auténtica plaga.
Las gambas fueron manteniéndose en muy bajo número, y tiempo más tarde probé con gobios arcoiris, Stiphodon sp. (de los que creo tenemos algún/a expert@ en el foro). Primero introduje un gobio, y bien. A los meses metí otros dos más. Uno de ellos desapareció un día, sin haber visto (o prestado atención a) signos previos de enfermedad. De los dos que quedaban uno terminó muriendo por causas que desconocía. Entonces me quedaba un gobio, que estaba bien, fuerte, orondo, colorido. Y algunas pocas gambas, menos de 15. Como me negaba a dejarle sin compañia, cometí (repetí) un nuevo error, que fue introducir un último gobio más. Lo que ocurrió fue que el ya presente empezó a darle candela día si día también, hasta que las tornas cambiaron. El más antiguo adelgazó, cosa que atribuí al bullying, quedó en los huesos y termino muriendo, el pobre.
Lo dejé estar. Dado que no tenía demasiado tiempo (ni ganas, después de mis penurias cada vez que intentaba algo con peces nuevos), mantuve el acuario como ya estaba, con la selva, las algas, las pocas gambas y el gobio, fuerte y colorido. Pero pasó que hace meses, aun estando solo, empezó a adelgazar este último también. Desde una condición fuerte empezó a quedar esquelético. Y reticente a caer en lo mismo tres veces, me puse manos a la obra. Él, es nuestro protagonista.
Hice una limpieza del acuario, a fondo sifonado a conciencia más habitual (y no cada x meses como venía haciendo), cambios de agua, alimentación con pastillas de spirulina como complemento, poda de plantas y atención más minuciosa. Siguió adelgazando.
Empecé a investigar, y con los meses, y aún con el pez vivo, llegué a la conclusión que el individuo podría tener algún tipo de parásito interno, cosa que podrían haber tenido los anteriores. Explicación? Bajada de las defensas por desatención del sistema y subsiguiente enfermedad. Entre tanto las gambas redujeron su número a dos, un macho y una hembra que se mantuvieron mucho, pero mucho tiempo al pie del cañon.
Centrándonos en el pez, decidí empezar por descartar que se tratase simplemente de malnutrición. Como cualquier Stiphodon, el pez se hartaba a chupetear todo el día plantas y decorado, pero quise cerciorarme fabricando papilla casera (gamba, pollo, calabacín, pimiento, berenjena, ajo, espirulina, etc). Aunque le gustaba mucho, pero MUCHO, no funcionó, seguía MUY delgado tras varias semanas con ella.
Teniendo ya más o menos claro que se trataba de alguna infección, empecé a intentar estrechar el cerco y averiguar qué era. Las opciones más factibles fueron dos, dado que el pez comía como un poseso, pero adelgazaba cada vez más: hexamita o helmintos. Nunca padecí dichas enfermedades, y en un herbívoro tan pequeño no podía (yo al menos) diferenciar si las heces respondían a una u otra. Por lo cual quise empezar con la que más miedo daba, hexamita.
Dado que el pez seguía comiendo, y el ajo de la papilla inicial parecía no haber tenido efecto curativo, preparé una papilla especial. El medicamento a usar fue Tricolam 500mg (principio activo Tinidazol), a razón de un comprimido machacado en cada 100g de papilla similar a la primera. No sabéis lo bien que lo comía. Ganó color, viveza, pero no sirvió para curar su delgadez, que ya afectaba incluso a la musculatura de la cabeza.
Como dato, el Tinidazol es un anti flagelados, anti amebas y antibiótico para bacterias anaerobias, seguro para invertebrados y filtro. Seguí una posología de 3 tomas durante tres días, que repetí una vez, y una tecera tanda de seguridad que alargué cinco días por consejo veterinario. Finalmente el gobio terminó por mostrar síntomas de intoxicación por medicación continuada (hiperventilación, apatía, no nado…), con lo que tras cambios de agua y sifonado de restos, descarté más Tinidazol. Dado que al metronidazol le tenía más miedo, y sabiendo que el anterior tiene similar efecto sobre flagelados como hexamita, decidí pasar a combatir los helmintos tras una espera de una semana, para la recuperación del pez.
La continuada adición de papilla había llevado en este punto a una explosión muy severa de caracoles (planorbis y melanoides), que podrían afectar también al estrés del pez. También aparecieron planarias en abundante número. De mi experiencia con la Scutariella japónica https://acuariofiliamadrid.org/Thread-Sc...-gu%C3%ADa, tenía en mi botiquín Lomper en solución acuosa, esto es, Mebendazol. Sin embargo, de mi experiencia también pude extraer que el Lomper líquido es muy difícil de medir, y contiene sacarosa.
Para todos aquellos aficionados, sabed que la sacarosa puede originar explosiones bacterianas indeseadas que lleven a infecciones de los habitantes del acuario o desestabilización del sistema. Además, el Mebendazol, cuando supera la dosis establecida, puede tener efecto de supresión del sisterma nervioso de los peces y consiguiente empeoramiento de su condición.
Antes del inicio con el Mebendazol, le di un Prazicuantel para ayudarle a expulsar posibles parásitos y hacer más efectivo el posterior tratamiento. El Prazi sirve de antiparasitario interno de amplio espectro, pero no mata a las infestaciones, solo provoca que se suelten. Por este motivo, y ya que no tengo comprobado su efecto sobre invertebrados, saqué al gobio al acuario hospital, e hice un baño de Prazicuantel puro disuelto (a razón de 0’02 mg/L) con buena aireación durante 1h15’. Lo devolví al tanque y tras un par de días inicié Lomper.
Con todo en cuenta, decidí comprar Lomper en comprimidos de 100mg. La idea fue extraer una decena de caracoles al acuario hospital, para mantener una pequeña población que al finalizar el tratamiento reintroduciría en el principal. El mebendazol acabo con todo: planarias, platelmintos, nematodos, cestodos, tremátodos, caracoles… es un matatodo, que hay que usar con sumo cuidado. Para el tratamiento, se planificó una dosis inicial a razón de 1mg/L real, disuelto con agua del propio acuario, y un cambio de agua del 20% cada 48h (el mebendazol empieza a tener efecto tras este tiempo), tres veces, vigilando picos de amonio por toda la materia orgánica muerta, incluyendo caracoles que iba extrayendo cada poco. Al séptimo día se repetiría el proceso. Para evitar sustos, también instalé oxigenador (el mencionado APump).
Aprovechando el Lomper como un tratamiento de cuarentena contra Scutariellas, pensé en introducir nuevos ejemplares de gambas con el inicio del tratamiento. Una estupidez que se llevó por delante a varias de ellas, teniendo en cuenta los mareos de cambios de agua y posibles picos de amonio que podría haber. Nunca se os ocurra hacer lo mismo que yo, las gambas sólo quieren paz.
Volviendo al lío. El Lomper pareció no haber tenido efecto. Si bien el pez mostraba “buena” coloración, con la segunda tanda del tratamiento empecé a notar una leve podredumbre de las aletas, mayor apatía y signos de intoxicacón. Me vi forzado a detener este tratamiento tras el tercer día, por miedo a perderlo. Un cambio de agua del 30% y carbón activo al filtro durante un día, e inmediatamente inicié una nueva fase.
Si bien el pez seguía delgado, la podredumbre de las aletas avanzó demasiado rápido en muy poco tiempo. Dejo de comer durante un día y la infestación de parásitos internos pasó a un segundo plano; ahora tocaba actuar rápido para evitar que muriese.
Antes de que me llaméis insensato. Deduzco que el Lomper, que como ya dije es un medicamento agresivo y peligroso, provocó una supresión nerviosa e inmune del pez, que aprovecharon las bacterias para atacar, lo que provocó efecto dominó empeorando exponencialmente su estado en muy poco tiempo. Cuidadín con el Mebendazol, gente; puede no pasar nada, pero hay bichos más susceptibles, sobre todo si ya están cascados.
Tras un día de carbón activo, y quizás algo precipitado, inicié nuevo tratamiento. Soy consciente de que pudo haber trazas de Mebenzadol al iniciar el siguiente, pero su estado no me permitía esperar más. Esta vez probé con una mezcla de Trimetoprim (0’05 mg/L) y Sulfametoxazol (0’003 mg/L), ambos puros en disolución. Como estos son antibióticos y de seguro afectan a la flora bacteriana, diseñé el tratamiento de la siguiente manera:
Extraigo a un tupper 3L de agua del acuario. Adiciono la medicación correspondiente y pongo aireación fuerte. Saco al pez a ese tupper. Lo mantengo ahí durante 3h. Lo devuelvo al acuario. El tratamiento debe ser diario, no importa la circunstancia. Son antibióticos e interrumpir el tratamiento implica posible aparición de resistencias que nos j*d*n más temprano que tarde. Y no queremos eso.
Actualmente mi objetivo es estabilizarlo todo. Mantendré los caracoles en el primer acuario hospital, mientras el carbón activo termina de eliminar cualquier resto de Mebendazol en el agua. Los cambios de agua en el principal y alteraciones de la química del agua los reduciré a la mínima expresión tanto por el pez como por las (nuevas y viejas) gambas. Y el gobio, lo mantendré con antibiótico diario siguiendo los baños descritos durante el tiempo que necesite, un mínimo de 5 días (voy por el cuarto) y un máximo de 14, hasta que se le elimine el daño de las aletas por completo (hoy por hoy parece que aún no remite).
Qué será lo siguiente?
Bueno. Aquí tengo dudas. De momento cuando termine con el antibiótico voy a dejar descansar a todos un tiempo, una o dos semanas al menos. Pero aún tengo más balas en la recámara para solventar la delgadez del Stiphodon.
• Si la podredumbre no remite, que espero sí lo haga, probaré con Oxitetraciclina u antibiótico similar, mantiendo al pez aislado en acuario hospital el tiempo necesario de forma continuada.
• Si las bacterias desaparecen, y tras un tiempo no gana musculatura, por una parte he pensado en papilla de praziquantel, inocua para todos y efectiva en la expulsión de parásitos; problema, los parásitos quedarían en el sustrato y no quiero eso.
• Por otra parte, como no estoy 100% seguro de si aún pueda tener hexamita o helmintos a pesar de haber medicado para ambos, he pensado en hacer dos papillas, una con Metronidazol y otra con el propio Lomper. Si sigue comiendo, todo lo que sea pasar por el tracto intestinal es más efectivo que en baño, por lo que aún tengo bazas que probar las próximas semanas o meses.
Aquí una foto del susodicho,que no le hacen la poca justicia que le puedan hacer
Históricamente este cubo fue un gambario + microrasboras (Danio margaritatus). Con el tiempo las neocaridinas crecieron y los danios fueron muriendo. Más tarde, los peces encontraron una estabilidad y las gambas empezaron a cascar. Al final todo se fue al carajo sin saber bien las causas (aunque la raíz vino de un cuidado y atención MUY deficiente hacia el acuario, seguro, de difícil solución cuando le vi la boca al lobo). Entre medias también metí caracoles (Planorbis, Neritinas y Melanoides). Los Neritinas no aguantaron demasiado (por pH y sales), los Planorbis prosperaron y los Melanoides… auténtica plaga.
Las gambas fueron manteniéndose en muy bajo número, y tiempo más tarde probé con gobios arcoiris, Stiphodon sp. (de los que creo tenemos algún/a expert@ en el foro). Primero introduje un gobio, y bien. A los meses metí otros dos más. Uno de ellos desapareció un día, sin haber visto (o prestado atención a) signos previos de enfermedad. De los dos que quedaban uno terminó muriendo por causas que desconocía. Entonces me quedaba un gobio, que estaba bien, fuerte, orondo, colorido. Y algunas pocas gambas, menos de 15. Como me negaba a dejarle sin compañia, cometí (repetí) un nuevo error, que fue introducir un último gobio más. Lo que ocurrió fue que el ya presente empezó a darle candela día si día también, hasta que las tornas cambiaron. El más antiguo adelgazó, cosa que atribuí al bullying, quedó en los huesos y termino muriendo, el pobre.
Lo dejé estar. Dado que no tenía demasiado tiempo (ni ganas, después de mis penurias cada vez que intentaba algo con peces nuevos), mantuve el acuario como ya estaba, con la selva, las algas, las pocas gambas y el gobio, fuerte y colorido. Pero pasó que hace meses, aun estando solo, empezó a adelgazar este último también. Desde una condición fuerte empezó a quedar esquelético. Y reticente a caer en lo mismo tres veces, me puse manos a la obra. Él, es nuestro protagonista.
Hice una limpieza del acuario, a fondo sifonado a conciencia más habitual (y no cada x meses como venía haciendo), cambios de agua, alimentación con pastillas de spirulina como complemento, poda de plantas y atención más minuciosa. Siguió adelgazando.
Empecé a investigar, y con los meses, y aún con el pez vivo, llegué a la conclusión que el individuo podría tener algún tipo de parásito interno, cosa que podrían haber tenido los anteriores. Explicación? Bajada de las defensas por desatención del sistema y subsiguiente enfermedad. Entre tanto las gambas redujeron su número a dos, un macho y una hembra que se mantuvieron mucho, pero mucho tiempo al pie del cañon.
Centrándonos en el pez, decidí empezar por descartar que se tratase simplemente de malnutrición. Como cualquier Stiphodon, el pez se hartaba a chupetear todo el día plantas y decorado, pero quise cerciorarme fabricando papilla casera (gamba, pollo, calabacín, pimiento, berenjena, ajo, espirulina, etc). Aunque le gustaba mucho, pero MUCHO, no funcionó, seguía MUY delgado tras varias semanas con ella.
Teniendo ya más o menos claro que se trataba de alguna infección, empecé a intentar estrechar el cerco y averiguar qué era. Las opciones más factibles fueron dos, dado que el pez comía como un poseso, pero adelgazaba cada vez más: hexamita o helmintos. Nunca padecí dichas enfermedades, y en un herbívoro tan pequeño no podía (yo al menos) diferenciar si las heces respondían a una u otra. Por lo cual quise empezar con la que más miedo daba, hexamita.
Dado que el pez seguía comiendo, y el ajo de la papilla inicial parecía no haber tenido efecto curativo, preparé una papilla especial. El medicamento a usar fue Tricolam 500mg (principio activo Tinidazol), a razón de un comprimido machacado en cada 100g de papilla similar a la primera. No sabéis lo bien que lo comía. Ganó color, viveza, pero no sirvió para curar su delgadez, que ya afectaba incluso a la musculatura de la cabeza.
Como dato, el Tinidazol es un anti flagelados, anti amebas y antibiótico para bacterias anaerobias, seguro para invertebrados y filtro. Seguí una posología de 3 tomas durante tres días, que repetí una vez, y una tecera tanda de seguridad que alargué cinco días por consejo veterinario. Finalmente el gobio terminó por mostrar síntomas de intoxicación por medicación continuada (hiperventilación, apatía, no nado…), con lo que tras cambios de agua y sifonado de restos, descarté más Tinidazol. Dado que al metronidazol le tenía más miedo, y sabiendo que el anterior tiene similar efecto sobre flagelados como hexamita, decidí pasar a combatir los helmintos tras una espera de una semana, para la recuperación del pez.
La continuada adición de papilla había llevado en este punto a una explosión muy severa de caracoles (planorbis y melanoides), que podrían afectar también al estrés del pez. También aparecieron planarias en abundante número. De mi experiencia con la Scutariella japónica https://acuariofiliamadrid.org/Thread-Sc...-gu%C3%ADa, tenía en mi botiquín Lomper en solución acuosa, esto es, Mebendazol. Sin embargo, de mi experiencia también pude extraer que el Lomper líquido es muy difícil de medir, y contiene sacarosa.
Para todos aquellos aficionados, sabed que la sacarosa puede originar explosiones bacterianas indeseadas que lleven a infecciones de los habitantes del acuario o desestabilización del sistema. Además, el Mebendazol, cuando supera la dosis establecida, puede tener efecto de supresión del sisterma nervioso de los peces y consiguiente empeoramiento de su condición.
Antes del inicio con el Mebendazol, le di un Prazicuantel para ayudarle a expulsar posibles parásitos y hacer más efectivo el posterior tratamiento. El Prazi sirve de antiparasitario interno de amplio espectro, pero no mata a las infestaciones, solo provoca que se suelten. Por este motivo, y ya que no tengo comprobado su efecto sobre invertebrados, saqué al gobio al acuario hospital, e hice un baño de Prazicuantel puro disuelto (a razón de 0’02 mg/L) con buena aireación durante 1h15’. Lo devolví al tanque y tras un par de días inicié Lomper.
Con todo en cuenta, decidí comprar Lomper en comprimidos de 100mg. La idea fue extraer una decena de caracoles al acuario hospital, para mantener una pequeña población que al finalizar el tratamiento reintroduciría en el principal. El mebendazol acabo con todo: planarias, platelmintos, nematodos, cestodos, tremátodos, caracoles… es un matatodo, que hay que usar con sumo cuidado. Para el tratamiento, se planificó una dosis inicial a razón de 1mg/L real, disuelto con agua del propio acuario, y un cambio de agua del 20% cada 48h (el mebendazol empieza a tener efecto tras este tiempo), tres veces, vigilando picos de amonio por toda la materia orgánica muerta, incluyendo caracoles que iba extrayendo cada poco. Al séptimo día se repetiría el proceso. Para evitar sustos, también instalé oxigenador (el mencionado APump).
Aprovechando el Lomper como un tratamiento de cuarentena contra Scutariellas, pensé en introducir nuevos ejemplares de gambas con el inicio del tratamiento. Una estupidez que se llevó por delante a varias de ellas, teniendo en cuenta los mareos de cambios de agua y posibles picos de amonio que podría haber. Nunca se os ocurra hacer lo mismo que yo, las gambas sólo quieren paz.
Volviendo al lío. El Lomper pareció no haber tenido efecto. Si bien el pez mostraba “buena” coloración, con la segunda tanda del tratamiento empecé a notar una leve podredumbre de las aletas, mayor apatía y signos de intoxicacón. Me vi forzado a detener este tratamiento tras el tercer día, por miedo a perderlo. Un cambio de agua del 30% y carbón activo al filtro durante un día, e inmediatamente inicié una nueva fase.
Si bien el pez seguía delgado, la podredumbre de las aletas avanzó demasiado rápido en muy poco tiempo. Dejo de comer durante un día y la infestación de parásitos internos pasó a un segundo plano; ahora tocaba actuar rápido para evitar que muriese.
Antes de que me llaméis insensato. Deduzco que el Lomper, que como ya dije es un medicamento agresivo y peligroso, provocó una supresión nerviosa e inmune del pez, que aprovecharon las bacterias para atacar, lo que provocó efecto dominó empeorando exponencialmente su estado en muy poco tiempo. Cuidadín con el Mebendazol, gente; puede no pasar nada, pero hay bichos más susceptibles, sobre todo si ya están cascados.
Tras un día de carbón activo, y quizás algo precipitado, inicié nuevo tratamiento. Soy consciente de que pudo haber trazas de Mebenzadol al iniciar el siguiente, pero su estado no me permitía esperar más. Esta vez probé con una mezcla de Trimetoprim (0’05 mg/L) y Sulfametoxazol (0’003 mg/L), ambos puros en disolución. Como estos son antibióticos y de seguro afectan a la flora bacteriana, diseñé el tratamiento de la siguiente manera:
Extraigo a un tupper 3L de agua del acuario. Adiciono la medicación correspondiente y pongo aireación fuerte. Saco al pez a ese tupper. Lo mantengo ahí durante 3h. Lo devuelvo al acuario. El tratamiento debe ser diario, no importa la circunstancia. Son antibióticos e interrumpir el tratamiento implica posible aparición de resistencias que nos j*d*n más temprano que tarde. Y no queremos eso.
Actualmente mi objetivo es estabilizarlo todo. Mantendré los caracoles en el primer acuario hospital, mientras el carbón activo termina de eliminar cualquier resto de Mebendazol en el agua. Los cambios de agua en el principal y alteraciones de la química del agua los reduciré a la mínima expresión tanto por el pez como por las (nuevas y viejas) gambas. Y el gobio, lo mantendré con antibiótico diario siguiendo los baños descritos durante el tiempo que necesite, un mínimo de 5 días (voy por el cuarto) y un máximo de 14, hasta que se le elimine el daño de las aletas por completo (hoy por hoy parece que aún no remite).
Qué será lo siguiente?
Bueno. Aquí tengo dudas. De momento cuando termine con el antibiótico voy a dejar descansar a todos un tiempo, una o dos semanas al menos. Pero aún tengo más balas en la recámara para solventar la delgadez del Stiphodon.
• Si la podredumbre no remite, que espero sí lo haga, probaré con Oxitetraciclina u antibiótico similar, mantiendo al pez aislado en acuario hospital el tiempo necesario de forma continuada.
• Si las bacterias desaparecen, y tras un tiempo no gana musculatura, por una parte he pensado en papilla de praziquantel, inocua para todos y efectiva en la expulsión de parásitos; problema, los parásitos quedarían en el sustrato y no quiero eso.
• Por otra parte, como no estoy 100% seguro de si aún pueda tener hexamita o helmintos a pesar de haber medicado para ambos, he pensado en hacer dos papillas, una con Metronidazol y otra con el propio Lomper. Si sigue comiendo, todo lo que sea pasar por el tracto intestinal es más efectivo que en baño, por lo que aún tengo bazas que probar las próximas semanas o meses.
Aquí una foto del susodicho,que no le hacen la poca justicia que le puedan hacer
![[Imagen: RG9mACB.jpg]](https://i.imgur.com/RG9mACB.jpg)
![[Imagen: qR7Crll.jpg]](https://i.imgur.com/qR7Crll.jpg)
Y del desgraciado acuario en la actualidad, nada que ver con la otrora belleza de tanque
![[Imagen: s8bQsVz.jpg]](https://i.imgur.com/s8bQsVz.jpg)
Espero que os haya servido, y alguien me pueda dar algún tipo de feedback al respecto de toda la historia, sobre todo de la presente condición de mi pobre gobio, que por lo que resiste pasare a llamar Ohm.
Un placer haber sacado tiempo para escribirt por aquí de nuevo,
buenas noches y muchas gracias
David Luna
Un placer haber sacado tiempo para escribirt por aquí de nuevo,
buenas noches y muchas gracias
David Luna
![[Imagen: QObyXDw.jpg]](https://i.imgur.com/QObyXDw.jpg)
![[Imagen: Hxp9Qzy.jpg]](https://i.imgur.com/Hxp9Qzy.jpg)
![[Imagen: 9xHfh7Y.jpg]](https://i.imgur.com/9xHfh7Y.jpg)
![[Imagen: Qru2Itc.jpg]](https://i.imgur.com/Qru2Itc.jpg)
![[Imagen: isxXm9t.jpg]](https://i.imgur.com/isxXm9t.jpg)
![[Imagen: dqCeXXq.jpg]](https://i.imgur.com/dqCeXXq.jpg)
![[Imagen: DsEeeuL.jpg]](https://i.imgur.com/DsEeeuL.jpg)
