[Josu Ariztegi]

Autor de la ficha: Josu Ariztegi
Aportaciones: Horlack, Chanti, RoFran, DavidMadrid, Karo
Edición del texto: Josu Ariztegi
Fotos: DavidMadrid, Karo, Josu Ariztegi, JCorral, Horlack
Edición de las fotos: Kika, Loreley
Vídeos: Youtube

Última actualización: 11/04/2023


Nombre científico: Trichogaster chuna (Hamilton, 1822)

Lista de sinónimos no válidos, según Fishbase.

Nombre común: colisa chuna, colisa roja, gurami miel


Foto: JCorral


Clasificación:

Orden: Anabantiformes
Familia: Osphronemidae
Género: Trichogaster
Especie: T. chuna

Distribución:

Lo encontramos en India, Nepal, Manipur y Bangladesh: en el gran valle del Ganges y el Indo.

Habita pantanos, lagos, tramos de río con escasa o ninguna corriente; pequeñas áreas de agua estancada como zanjas, agujeros o campos inundados, estanques, etc.

Forma:

Cuerpo ovalado, plano y boca orientada hacia arriba. La aleta dorsal abarca prácticamente todo el lomo y la anal, a su vez, toda la zona ventral. Las aletas pélvicas están modificadas en aletas táctiles, como es habitual en la familia. Como todos los laberíntidos, es capaz de respirar el aire de la superficie.

Coloración:

El cuerpo del macho es de color rojo o naranja, con una parte negra que se inicia en la cabeza y, cubriendo la zona de la garganta, llega hasta la aleta ventral. Además, presenta un borde amarillo pronunciado en la aleta dorsal.

El color de la hembra, por el contrario, oscila entre el gris y el marrón, con una banda de color marrón oscuro o gris en la mitad del cuerpo.


Fotos: Horlack

No obstante, existen variedades amarillas y de color naranja pero más suave procedentes de la piscicultura.

Parece ser que la madurez del pez también puede influir en la coloración.

Tamaño:

Alcanzan un tamaño promedio de unos 5cms, pudiendo llegar de forma excepcional hasta los 6 o 6,5cms.

Dimorfismo sexual:

En los ejemplares procedentes de la naturaleza, en su estado salvaje y su coloración natural, el sexado resulta muy sencillo puesto que precisamente su forma y sus colores son diferentes en machos y hembras, tal y como se ha detallado en el apartado coloración.

Sin embargo, en ejemplares procedentes de piscifactoría en los que se han buscado, precisamente, coloraciones diferentes o “visualmente más atractivas”, el sexado resulta mucho más complicado.

En principio, además de las diferencias en la coloración que acabamos de describir, los machos tienen la aleta ventral y la dorsal más largas y puntiagudas, y las hembras las tienen redondeadas. Sin embargo, afirmar esto es parcialmente falso, puesto que sólo es cierto en un 80%-90% de los casos: hay casos inversos de machos con aleta dorsal/ventral redondeada y hembras de aletas puntiagudas.




Ejemplar (presumiblemente) hembra
Fotos: Karo


Supuesta pareja
Foto: Josu Ariztegi

Lamentablemente, por satisfacer los gustos humanos y para que algunas empresas ganen dinero, se están creando ejemplares que resultan tremendamente complicados de sexar, lo cual conlleva el gran riesgo de acabar teniendo en nuestro acuario dos ejemplares machos en vez de una pareja, y que éstos acaben matándose entre ellos.

Esperanza de vida:

Su esperanza media de vida en acuario es de 2 o 3 años, pero esto se debe a que su mantenimiento no es el adecuado. En realidad, hay registros de T. chuna que han llegado a vivir entre 5 y 7 años.

Parámetros del agua:

PH: 6.5-7.5
GH: Indiferente (pero <10 para desove)
Temperatura: 24-28ºC

Acuario:

El acuario para esta especie no debería tener nunca más de 50cm de altura, si bien la dimensión óptima rondaría los 25-30cms de agua. Una tortuguera puede convertirse en una muy buena opción para esta especie, puesto que se suele tratar de urnas bastante largas, pero de muy poca altura.

Respecto al volumen, no hay una regla estricta, pero ésta se podría calcular en función del número de ejemplares y del ratio de machos/hembras que se deseen mantener, y del grado de experiencia que tenga el aficionado con esta especie, de forma que cuántos más ejemplares se desee mantener y menos experiencia se tenga, se necesitará un acuario más grande.

Partiríamos de un volumen mínimo de 20 litros por cada hembra y 60 litros por cada macho. Es decir, un aficionado novel necesitaría 80 litros de acuario para mantener una pareja o 120 litros para mantener un macho con tres hembras, por poner un par de ejemplos. A partir de ahí, si vamos acumulando experiencia en el mantenimiento con éxito de la especie, podremos ajustar más el volumen de nuestro acuario. Al final de la ficha os remito a un tutorial de Horlack dónde se explica esto más en profundidad.

Mantener una única pareja tiene un riesgo moderado, puesto que, aunque en un 80% de los casos es probable que se lleven bien, no siempre se aceptan entre sí. Los motivos de que esto suceda son variables, y pueden ser tanto internos como externos al propio acuario. Pero sí que hay varios factores que están bajo nuestro control que podremos utilizar para tratar de minimizar este riesgo:

1.- Aumentar el número de hembras.
2.- Habilitar un acuario más grande.
3.- Poner más vegetación.

Ejemplo de un posible riesgo: supongamos un acuario a una temperatura de 24-26°C (perfectamente correcta para el mantenimiento de la especie). En un verano especialmente caluroso es fácil que esta temperatura suba hasta 28ºC (temperatura idónea para la reproducción). La consecuencia bien puede ser que el macho acose a la hembra durante dos largos meses o más, volviéndose pesado y en ocasiones incluso violento, aunque el resto del año la convivencia haya sido tranquila y pacífica. Muchas hembras aceptarán este cortejo; pero a otras, más propensas al estrés, las veremos cambiar a una coloración entre gris y blanco (estrés de color), si no tienen su pequeño momento de descanso. Puede darse también el caso opuesto de hembras demasiado “emprendedoras” hacia los machos, pero es menos frecuente. Conclusión: no es la temperatura de 28°C lo que puede matar a nuestro Trichogaster chuna, pero sí quizá la combinación 28°C + macho “acosador" + verano demasiado largo.

En conclusión, una buena combinación para comenzar podría ser un acuario específico muy plantado de 100 litros con un macho y tres hembras, preferiblemente a una temperatura constante que no varíe mucho de los 26ºC.

Para mantener varias parejas el plantado debe ser básicamente una jungla en la que apenas podamos pasar una mano entre dos plantas diferentes, con los rizomas de las distintas plantas pegados entre sí y gran cantidad de plantas verticales.

Las ventajas de un plantado denso son muchas: sujetan el nido de burbujas y permiten al macho elegir las plantas que desarraigará para consolidarlo; diluyen la agresividad entre machos y hembras; tranquilizan psicológicamente al pez y evitan el contacto visual entre diferentes ejemplares que acarrearía las consiguientes persecuciones entre ellos.


Ejemplo de acuario densamente plantado apropiado para T. chuna
Foto: Horlack

La filtración ha de ser muy débil o incluso inexistente, preferiblemente generando aguas estancadas con la utilización el método Walstad (método de acuario alternativo, que consiste en tener un acuario autónomo con un mínimo de mantenimiento. Es un tipo de acuario muy concentrado, natural y muy salvaje, en el que hacemos poco mantenimiento. Es, por definición, lo opuesto a los acuarios de paisajismo acuático).

La iluminación también, muy tenue. La densidad del plantado favorecerá este hecho.

En resumen: un acuario óptimo para esta especie puede resultar poco estético (feo, oscuro, y desordenado), y, paradójicamente, cuanto menos veamos a nuestros peces, probablemente más a gusto estarán ellos.

Alimentación:

Omnívoro, aunque en la naturaleza son básicamente insectívoros.

Aceptan todo tipo de alimento para peces, pero sería altamente recomendable incluir en su dieta, al menos dos veces a la semana, alimentos vivos, liofilizados y congelados. La ingesta de alimento vivo, Daphnia y Tubifex intensificará los colores del pez, además de prepararlo para la puesta. Agradecen también el aporte vegetal en su dieta.

Comportamiento:

Es un pez tranquilo y bastante tímido. Odia la luz brillante.

Curiosamente, para verlo y disfrutarlo en todo su esplendor, necesitará un acuario tan plantado que apenas lo veremos, con multitud de plantas que salgan incluso a la superficie.

La combinación ideal, o al menos la más llevadera, es la de varias hembras por macho.

Es una especie que no necesariamente forma pareja de por vida. Si sólo ponemos dos hembras, existe el riesgo de que la hembra dominante siempre ataque a la que no lo es, provocando estrés continuo y riesgo de muerte prematura. Habiendo más de dos hembras, cuando el macho busca a una hembra y ésta no se muestra dispuesta, tiene más hembras con las que intentarlo.

Su comportamiento mejora mucho con la mente tranquila y descansada: no persigue a sus compañeros. Un acuario con infinidad de escondites crea una especie de status quo, que todos acaban respetando. Las hembras pueden llegar incluso a nadar juntas de vez en cuando, y luego se van a su esquina cuando lo desean, sin pelear. La serenidad se establece dentro del acuario.


T. chuna con P. pulcher (combinación no recomendable)
Foto: DavidMadrid

Como todos los laberíntidos es un pez territorial, aunque su agresividad puede diluirse si se trata de grupos de hermanos.

¿Quieres verlo en acción?



Reproducción:

Su reproducción en sencilla si proporcionamos las condiciones adecuadas: agua estancada a 27-28°C de temperatura, PH 7 y GH<10; muchas plantas para soportar el nido de burbujas, ausencia de filtración (simplemente añadir el agua evaporada) y de limpieza y la presencia de algunos caracoles. La altura del agua ha de ser también moderada.

Los ejemplares llegan a la madurez sexual aproximadamente al año de edad. Está se evidenciará en un abultamiento del vientre en el caso de la hembra, y en unos colores más brillantes en el caso del macho.

La creación de una pareja, no obstante, puede llevar más o menos tiempo. La secuencia, generalmente suele ser la siguiente:

1.- El macho buscará un lugar estancado y muy tenue.
2.- El macho comenzará a ahuyentar los otros peces de su área de influencia.
3.- El macho puede comenzar a construir nidos de burbujas para atraer o cortejar a las hembras. Luego construirá su nido, si encuentra una hembra complaciente. El cortejo y la construcción del nido de burbujas, no necesariamente tienen orden. Pueden producirse tanto en paralelo, como primero uno y después el otro (sin un orden específico)
4.- El macho mordisquea a las hembras, dándoles una especie de "besos" (mordiscos muy pequeños para atraer su atención).
5.- Cuando la hembra está atenta, dejándose cortejar, el macho puede optar por distintas estrategias:
◦ o Pararse al lado de la hembra y arquearse de repente para mostrar todos sus colores.
◦ o Acelerar como un cohete para mostrar su vivacidad a la hembra.
◦ o Estar en una posición estática y nadar en el sitio moviendo frenéticamente sus aletas.
6.- Tiene lugar el apareamiento: el macho atrae a la hembra bajo el nido, y en el momento del apareamiento la rodea con su cuerpo y la presiona para que suelte la freza, que inmediatamente será fecundada y puesta en el nido. Esta operación ocurre varias veces –la hembra expulsa entre 15 y 20 huevos en cada abrazo, para una puesta total de entre 150 y 300 huevos dependiendo de la edad de la hembra y el tipo de alimentación que le hayamos suministrado–.
7.- El macho puede ahuyentar a la hembra o bien aceptarla mientras sigue vigilando los huevos. Ocasionalmente se han observado comportamientos polígamos, y puede llegar a darse el caso de que varios machos o varias hembras vigilen el mismo nido de burbujas:


Vídeo: Horlack

El tamaño y forma del nido de burbujas puede ser un tanto dispar, dependiendo, entre otros, de la pericia o experiencia del macho.








Algunos ejemplos de nidos de burbujas
Fotos: Horlack

El tiempo de eclosión rondará entre 12 y 36 horas, dependiendo de la temperatura del agua (se estima que serán unas 24 horas si la temperatura se mantiene en 28ºC). Tras la eclosión, las burbujas del nido cambian de transparente a masivamente blanquecino u opaco. Si queremos retirar a la hembra, habrá que hacerlo sin agitar el agua, puesto que eso rompería el nido de burbujas que contiene los huevos y podría echarse todo a perder. Horlack nos aconseja atrapar a la hembra por la noche, cuando duerme cerca de la superficie, valiéndose de una lámpara de mano y un salabre.

Esta especie puede ser extremadamente protectora con sus descendientes.

Normalmente, el padre mantiene a los alevines entre uno y dos meses, antes de dejarlos nadar con autonomía. Sin embargo, este intervalo de tiempo puede ir mucho más allá, hasta llegar incluso a los 4 o 6 meses. T. chuna es un verdadero padrazo. No hay que separarlo de los alevines porque no se los va a comer; muy al contrario, hacerlo puede provocarle mucho estrés. En el siguiente vídeo puede verse el nerviosismo de un padre cuyos alevines han sido puestos en una paridera impidiéndole el acceso a ellos:


Vídeo: Horlack

Los alevines se alimentarán de su saco vitelino hasta el segundo día aproximadamente, después empezarán con el nado libre.

Para su crianza debemos mantener las condiciones del agua (PH=7, GH<10 y temperatura 28ºC), no realizar cambios de agua (simplemente agregar el agua evaporada) y no limpiar (puesto que corremos un riesgo demasiado grande de chupar alevines). Es aconsejable la presencia de plantas degradadas ricas en microorganismos y de un oxigenador, así como de algunos caracoles (Limnea y Planorbis).

Una vez consumido el saco vitelino debemos empezar a alimentar a los alevines, para lo cual podemos usar, entre otros, micro fauna o micro flora presente en la lenteja de agua de un estanque de jardín o cualquier otro alimento vivo; Artemia líquida (p.ej. JBL Nobil Fluid Artemia), vitaminas (p.ej. JBL Atvitol), comida de tamaño pequeño o muy pequeño (p.ej. Tetra TetraMin Baby oTetra Microfood) o huevos de camarones en compota líquida (Ocean Nutrition Instant Baby Brine Shrimp).

Entre la tercera y sexta semana de vida los alevines formaran el laberinto. Este es el momento más delicado de su crecimiento y es frecuente tener bajas durante el mismo. Para minimizarlas, es imprescindible evitar cambios bruscos de temperatura, tanto en el agua como en el aire en contacto con la superficie. El crecimiento de los alevines es desigual.

Después de 5-o 6 meses podremos alimentar con la misma comida de los adultos.

Para ampliar la información de esta ficha, os invitamos a leer el siguiente tutorial del maestro Horlack.


Fuentes:

Fishbase
Horlack en Acuariofilia Madrid
Acuario Adictos
La guía del acuario
El Acuarista
Seriously Fish
WikiAcuario



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