[chanti]

Autor de la ficha: Chanti
Aportaciones: Horlack
Edición del texto: Josu Ariztegi
Fotos: Internet
Vídeo: Toutube

Última actualización: 08/03/2023


Nombre científico: Macropodus ocellatus (Cantor, 1842)

Lista de sinónimos no válidos, según Fishbase.

Nombre común: pez paraíso de cola redonda


Foto: Facebook


Clasificación:

Orden: Anabantiformes
Familia: Osphronemidae
Género: Macropodus
Especie: M. ocellatus

Muchos autores se refieren a esta especie por su antiguo nombre Macropodus chinensis.

Distribución:

Se encuentra ampliamente disperso en el este de Asia, incluidos Japón, China y Corea entre los ríos Zhujiang y Heilongjiang (río Amur). Su presencia en la parte rusa de la cuenca del Río Amur es probablemente el resultado de introducciones.


Mapa: Akfs

Este pez habita en todo tipo de hábitats de tierras bajas, que van desde grandes ríos hasta pequeños arroyos y arrozales, zanjas de drenaje lento y estanques.

Puede soportar condiciones invernales cercanas a las heladas y, por lo tanto, es una elección acertada para acuarios sin calefacción en invierno o estanques al aire libre templados.

Actualmente muchas especies de peces de los ecosistemas de agua dulce están amenazadas por la contaminación, la pérdida y la fragmentación del hábitat natural; científicos (Chan, Dudgeon y Chen, 2008; Wang, 1999) han constatado una disminución de la población de otras especies de Macropodus, como M. opercularis y M. hongkongensis. Se supone que la población de M. ocellatus está disminuyendo también.

Forma:

Su forma es similar a la de Macropodus opercularis: su cuerpo robusto y alargado se distingue realmente de M. opercularis por tener la aleta caudal redondeada. Posee grandes aletas dorsal y ventral; muy coloreadas.

Tiene la particularidad de poder respirar de dos maneras diferentes, ya que además de la respiración branquial esta especie posee un órgano respiratorio conocido como laberinto que le permite respirar aire atmosférico. Esta capacidad le permite sobrevivir en aguas muy poco oxigenadas. La estructura del laberinto varía en complejidad entre las especies y está más desarrollada en aquellas que habitan ambientes más duros. Muchos de los peces laberíntidos dependen tanto de poder respirar aire que se ahogarían si no pudieran hacerlo.

Coloración:

El patrón de color presenta cierta variabilidad entre las poblaciones, pero no se ha estudiado en detalle.

Es bicolor, con el cuerpo principalmente de color azul y marrón. También puede ser gris oscuro rayado o moteado sobre gris claro. Las aletas anaranjadas, rayadas con azul eléctrico, están bordeadas con un fino ribete del mismo azul.

El macho es bastante espectacular en período de reproducción y la coloración de la pareja es llamativa; sin embargo, se desvanece poco después del apareamiento. Se vuelven casi blancos hasta que poco a poco, después de unos días, vuelven a su coloración normal.

Tamaño:

La longitud máxima encontrada es de un macho de 6.2cms SL (longitud total sin contar la aleta caudal).

Es el más pequeño entre los Macropodus.

Dimorfismo sexual:

Los machos son más grandes que las hembras y poseen radios blandos extendidos en las aletas dorsal y anal. Poseen bandas negras verticales en la zona de la cabeza y anterior del cuerpo y una gran aleta caudal naranja. Es también más colorido. La hembra es más pálida y algo más pequeña.

Un M. ocellatus macho y una hembra muestran un increíble contraste de color durante una situación de desove.

A pesar de estas diferencias, los ejemplares jóvenes no son fáciles de sexar.


Foto: Facebook

Esperanza de vida:

Aproximadamente entre 3 y 4 años.

Parámetros del agua:

PH: 6.0-7.5
GH: 5-25
Temperatura: 4º-25ºC

No es muy exigente con los parámetros del agua a excepción de la temperatura, que nunca debe superar los 25°C -y eso ya es mucho-.

Está bien adaptado a las bajas temperaturas invernales; a veces se ha visto adultos y juveniles (alrededor de 1,5 cm SL) que estaban activos bajo la capa de hielo.

Acuario:

En la naturaleza vive en zonas donde abundan los arroyos, canales, arrozales y marismas litorales. En estas aguas a menudo extensas y poco profundas, la evaporación es continua e intensa. Por otra parte, los detritus de origen vegetal y animal son abundantes y debido a esta evaporación, su concentración va en aumento provocando un empobrecimiento del agua en oxígeno, donde casi sólo un pez laberinto puede vivir.

Durante los meses de invierno, la temperatura en algunos de sus hábitats naturales puede bajar por debajo de cero, lo que da como resultado una superficie de agua congelada y temperaturas tan bajas como 3ºC.


Fotos: Science direct
(A.) Un pez paraíso adulto de cola redonda (M. ocellatus).
(B.) Hábitat típico de M. ocellatus.
(C.) Deterioro del hábitat causado por la construcción de carreteras y la contaminación por plaguicidas.

Lo que implica que el cambio estacional en las temperaturas del frío del invierno al calor del verano es un factor importante en el mantenimiento a largo plazo de este pez. Horlack precisa que necesita obligatoriamente vivir estos cambios estacionales para mantenerlo con buena salud. Si se mantiene en temperaturas lineales se muere. No es una especie que se pueda adaptar todo el año en un acuario interior con las temperaturas ambientales que proporciona una casa.

Numerosos acuaristas que mantienen M. ocellatus los cuidan en estanques al exterior casi todo el año, excepto en invierno que los entran para colocarlos en una habitación fresca. Uno de ellos comenta que se olvidó de una cría en el estanque, hubo hielo en la superficie, pero lo encontró vivo al final del invierno, inmóvil ya que había entrado en letargo.


Estanque - 1000 litros
Foto: Fishipedia

Puesto que M. ocellatus se encuentra en climas subtropicales y templados en Corea y China, debe mantenerse en temperaturas frescas en invierno. Hay acuaristas que los mantienen en una habitación fresca a una temperatura de 6-10°C durante estos tres meses. Los peces dejan de alimentarse por debajo de los 10°C y son poco activos. Otros los mantienen en el estanque del jardín durante todo el año.

En invierno su acuario carecerá de calefacción y para su bienestar será necesaria una vegetación densa con plantas flotantes tipo Ceratophyllum, musgo de Java, Vallisneria, etc. para proporcionar muchos escondites. El ambiente deberá estar fresco. Unas raíces y ramas pueden colocarse de tal manera que formen algunas zonas de sombra y proporcionarán escondites de forma natural, lo que recordará las condiciones de vida originales de este pez. Una capa de hojarasca aportará un rendimiento más natural también. Un acuario con dimensiones de base de 80x30cm o equivalente (aproximadamente 90 litros) debe ser lo mínimo para una sola pareja.


Foto: Facebook

Es preferible un acuario específico puesto que es un pez con muy mala sociabilidad. Es temperamental y puede ser particularmente agresivo con compañeros de acuario mal elegidos: los pequeños serán devorados y los grandes dominados. Así que se debe tener mucho cuidado con la elección de sus compañeros de acuario porque es un punto realmente delicado. (Horlack)

No les gustan las corrientes fuertes. Se podrá reducir la corriente que sale del filtro dirigiéndola contra una de las paredes de la urna.

Es capaz de saltar de su acuario siendo la colocación de una tapa imprescindible.

Alimentación:

Son carnívoros.

En la naturaleza se alimentan principalmente de insectos, crustáceos, moluscos, larvas y peces más pequeños. 

En cautividad se les deberá suministrar una dieta rica en proteínas, alimentación viva o congelada con regularidad como Artemia, larvas de mosquito, Cyclops, Daphnia, gusanos, etc. Aceptarán también algunos productos secos de alta calidad y es aconsejable aportar un complemento vegetal en su dieta.

Comportamiento:

En la naturaleza son animales bastante territoriales y poseen una serie de comportamientos arraigados: ensanchamiento, bloqueo de la mandíbula, voltearse de lado (típico en los peces sumisos) y más demostraciones de lenguaje corporal que otras especies no van a captar y como consecuencia correrán el riesgo de ser atacados, sobre todo en cautiverio, donde no tienen escapatoria. Sin embargo, si se mantiene en pareja, ambos pueden expresar sus comportamientos naturales entre sí y se entenderán mejor.

A pesar de su ritmo tranquilo y silencioso, aunque algunas veces sea bastante brusco, este pez esconde un carácter fuerte y puede volverse muy agresivo durante la temporada de reproducción. El macho no va a tolerar la presencia en su territorio de otros machos.

Es más inteligente que muchos otros peces. Por ejemplo, puede reconocer a su dueño e incluso comer en su mano.

¿Quieres verlos en acción?



Reproducción:

Si la temperatura es la adecuada (en temporada de calor la temperatura ideal sería entre los 22–25°C) y los peces están sanos y tranquilos y se ha cuidado con esmero la alimentación, se observará un buen día al macho que empezará a construir en la superficie un nido de burbujas con su saliva ayudándose de plantas y otros restos vegetales flotantes. Esta labor puede llevarle horas o, incluso, días, todo depende del estado reproductor de la pareja: si es óptimo el nido estará construido con rapidez, si no es así el macho “hace tiempo” aguardando el momento ideal para él o su pareja. Durante la construcción del nido la agresividad del macho aumenta considerablemente y no tolera a otros individuos de la misma especie en las proximidades, ni tan siquiera a la hembra. Hay que señalar que una pareja puede permanecer junta toda su vida.

Una vez terminado el nido, el macho se dirige a la hembra y exhibiéndose ante ella la atrae hasta él. En el cortejo, ambos animales se oscurecen y se impresionan mutuamente con las aletas abiertas. La coloración de los animales es espectacular, pero de repente se desvanece después del apareamiento.

Una vez debajo del nido, ambos peces extienden sus aletas y dan vueltas uno alrededor del otro estrechando progresivamente el cerco de forma que, en un momento, se dirigen oblicuamente hacia arriba y se abrazan. En ese abrazo la hembra expulsa unos cuantos huevos que el macho fertiliza. Al igual que sucede con el pez combatiente (Betta splendens), el macho reacciona enseguida después del abrazo y va recogiendo los huevos en la boca antes de que se caigan al suelo, colocando cada uno de ellos dentro de las burbujas. La hembra, generalmente, permanece literalmente paralizada y como muerta flotando en la superficie. El macho prosigue y se repite las veces que sea necesario hasta que la hembra ha expulsado todos los huevos.

Es un espectáculo digno de contemplar y puede durar más de una hora. La hembra esperará pacientemente a que el macho regrese para el próximo abrazo de desove. Una vez finalizado el desove, el macho se ocupará del cuidado de los huevos y se deberán proporcionar refugios para la hembra para que descanse y se reponga y no sufra la posible agresividad del macho. En un acuario pequeño, probablemente sea mejor retirar a la hembra en esta etapa.

El macho vigila la puesta reparando continuamente el nido y reintegrando en él a los huevos o alevines que por una causa u otra salen del mismo.

La cantidad de huevos no está conocida ya que se trata de una especie difícil de mantener. Se puede suponer que es bastante similar a la puesta del M. opercularis que se acerca a los 30-100 huevos.

La eclosión se produce entre 30 y 48 horas después a 25°C. Los recién nacidos permanecen todavía 2 ó 3 días colgados del nido, inmóviles, consumiendo el saco vitelino. Cuando los alevines comienzan a mostrar una actividad más continuada y a nadar, el macho perderá todo interés para su prole y si está bien alimentado, lo más probable es que no se coma a los alevines -aunque el riesgo puede perdurar- y hay criadores que lo retiran o colocan los alevines en otro acuario maduro o en un estanque al aire libre si lo permite la estación. 

Durante los primeros días la alimentación de los alevines consistirá en infusorios y fluidos específicos; es preferible alimentarlos varias veces al día en pequeña proporción que dárselo todo en una vez, lo que puede contaminar el agua con el consiguiente riesgo de desaparición de toda la puesta.

Cuando el tamaño de los alevines lo permita, irá aumentando el de su alimento (progresivamente, nauplios de Artemia recién eclosionados, micro-gusanos, etc.).

Los cambios de agua deberán ser pequeños y regulares en lugar de grandes e intermitentes.

Los alevines de los laberíntidos carecen, al nacer, del laberinto craneal respiratorio; y, para tomar oxígeno, solamente hacen uso de sus branquias. La respiración aérea comienza en un momento preciso que es un período crítico para ellos y que hemos de prevenir: a las cuatro semanas de edad los jóvenes macropodos empiezan a subir a la superficie del agua para buscar oxígeno; sin embargo, su laberinto no está totalmente formado y, por lo tanto, tiene un bajo rendimiento. Por consiguiente, el aire que respiren los alevines habrá de tener un alto grado de humedad y una temperatura similar a la del agua del acuario. El acuario debe tener la cubierta más ajustada posible (algunos criadores usan film transparente / envoltura de plástico) para mantener esta capa de aire cálido y húmedo, sin la cual el desarrollo del órgano del laberinto puede verse afectado. Es muy importante observar las máximas precauciones en ese momento porque, de no ser así, podría ocurrir un fracaso total.

Una vez superado ese periodo los jóvenes ya han pasado lo peor y, a partir de ahí, sólo es cuestión de que crezcan a base de una alimentación adecuada y suficiente hasta llegar a la madurez, cosa que ocurrirá a la vuelta de unos pocos meses.


Foto: Reef2rainforest


Foto: Reef2rainforest


Fuentes:

Fishbase
Akfs
Cichlidenwelt
Seriously Fish
Reef2rainforest
Betta fish
Enciclopedia animal
Fws
Tropical fish finder
Encyclo-fish
Fishipedia
Manochke
Horlack



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